Pergamino Balompédico

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Alex Carbajal Berber|ULTRAMEDIA

Gareth Bale y la onza de oro

El futbolista galés del Tottenham Hostspurs, Gareth Bale, ha estado en la mira de toda Europa, no solo por su posible fichaje con el Real Madrid, sino por su exagerado precio.

Se han hecho cálculos del precio de transferencia por el cuál llegaría a Valdebebas, y en algunos casos se habla de más de 100 millones de euros. El jugador de 24 años, que la temporada anterior “la rompió” en la Liga Premier de Inglaterra, ostenta varias cualidades futbolísticas que lo colocan en la categoría de una joya rara in extremis. Es veloz, algunos aseguran que podría haberse dedicado a la velocidad en el atletismo profesional, tiene una educada pierna izquierda, también muy potente; mide 1.86 metros, lo que también lo coloca como una amenaza en el juego aéreo, y tiene la virtud de poder jugar en cualquier posición de la banda izquierda. Hasta ahí vamos bien.

Donde pegamos en un muro de espinas es con su precio. El fichaje de Bale representaría para el Madrid desembolsar más plata que la pagada por Zidane o Cristiano Ronaldo. Uno era un genio de esos que se dan cada 20 años, y el otro es una máquina mercadológica casi sin igual, que además posee mejores características que Bale para la consecución de goles.

Al inicio del verano pensábamos que el Barcelona rompería el mercado con el fichaje de Neymar. No sucedió así. Quizá tuvieron suerte, porque después de la Copa Confederaciones, el brasileño si habría costado al menos 50 millones de euros. Era la fruta de temporada más exquisita. Sin embargo, la llegada de Bale al Madrid, si es que se da, será en circunstancias más parecidas a las de Teófilo Gutiérrez a River Plate. El jugador –al menos así lo dice la prensa europea- ha hecho mutis con su club, hasta que le liberen de impedimentos para fichar con los blancos. Es un misterio si eso incidirá finalmente en el precio de su traspaso.

Hay otro asunto. En el Tottenham el mismo entrenador dice que no habla, y por ende no saben si está dispuesto a continuar, mientras que en el Madrid ya hay egos destrozados solo por las insinuaciones de que el galés costará más que cualquier otro futbolista de la plantilla, incluyendo a los ídolos. En resumen, el culebrón Gareth Bale ya corrompió la estabilidad de dos vestuarios europeos, y ni siquiera se ha escrito algún cheque todavía.

En caso de darse, el Madrid estaría fichando a su jugador más caro de toda la historia. Rápidamente, tendrán que asegurarse de que sea un caso exitoso, como el de Zidane o Cristiano, y no una pifia, como la del “Puma” Nicolás Anelka, aquél francés que llegó por 33 millones de euros y anotó cuatro goles; más de ocho millones de euros por gol anotado.