PERGAMINO BALOMPÉDICO

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Alex Carbajal Berber|ULTRAMEDIA

Un arsenal súper cargado, con 26 futbolistas para los últimos dos duelos eliminatorios, recibiendo a Panamá y visitando Costa Rica, es el que tendrá la selección mexicana de Víctor Manuel Vucetich para evitar el fracaso más grande de toda la historia mundialista de selecciones mexicanas, superando el alcoholizado pre Mundial de Haití y el desorganizado pre Mundial de Honduras.

Las televisoras nacionales, ante el peligro de perder cientos de millones  de dólares en ingresos publicitarios por tener un Mundial sin selección mexicana, emprendieron hace un par de semanas una campaña en la que jugaban al terapeuta motivador que incitaría a los mexicanos a sacar la casta, a cambiar la onza y mostrar lo mejor de sí, ante el peligro de quedar fuera de la Copa del Mundo.

Tomando en cuenta que Andrés Guardado y Carlos Vela no forman parte de esta plantilla de 26 futbolistas, no se puede hablar de que México tendrá sus mejores jugadores a disposición para enfrentar estos duelos de vida o muerte. Esto se debe a la miopía de los directivos de la Comisión de Selecciones Nacionales y a la ceguera del improvisado técnico tricolor.

Panamá ya ganó dos duelos en tierra neutral. Lo ganaron con táctica fija ante la incredulidad de un mal planteamiento del Chepo que resultó de risa. Panamá llega con en esa baza, de haberse impuesto con holgura en los últimos duelos ante la selección mexicana.

El regreso de Rafa Márquez y Memo Ochoa son solamente un refuerzo que contribuye ligeramente a la desgastada confianza de los verdes. Las irreconocibles actuaciones en el Estadio Azteca no garantizan que los hechos vayan a cambiar mucho solamente por la llegada de un nuevo técnico nacional.

Huelga decir que estos dos duelos valen millones de dólares en publicidad. La urgencia  es infinita, y veremos si el equipo mexicano es capaz de reaccionar ante las circunstancias desfavorables. Previo al duelo ante Honduras, el panorama lucía desolador, y se confirmó con una derrota estrepitosa, aun siendo locales.

El factor mental deberá sufrir un cambio total, pues incluso la eliminatoria ante Nueva Zelanda, si es que se da, será un encuentro indeseable para cualquiera. Ellos tienen un tipo de futbol que se complica a los de menor talla física, como el caso de los mexicanos. Será un infierno esa eliminatoria, y más por la presión comercial de un equipo verde que estaba acostumbrado a facturar mucho, a cambio de nada.