Papa consuela a sobrevivientes de supertifón en Filipinas

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COLIMANOTICIAS

Filipinas.- Millones de filipinos se han echado a la calle para manifestar su fervor católico y mostrar su cariño al papa Francisco, que desde que llegó a Filipinas el pasado jueves ha visto como los fieles acuden en masa a todos los eventos programados durante su visita.

En Tacloban, donde acudió hoy el pontífice para consolar a las víctimas del tifón Haiyan, que arrasó la ciudad en noviembre de 2013, cientos de miles de personas esperaban desde anoche para entrar en el Aeropuerto de Daniel Romualdez, donde ofreció una misa.

A pesar del fuerte viento y la intensa lluvia que azotó la localidad por la cercanía de la tormenta tropical Mekkhala, filipinos de todas las edades, ataviados con un chubasquero, formaron una cola de hasta 4 kilómetros de largo frente al recinto preparado para la ceremonia.

Muchos de ustedes lo han perdido todo” dijo el pontífice.

No sé qué decirles pero el Señor sí sabe qué decirles. Algunos de ustedes han perdido a sus familias. Todo lo que yo puedo hacer es mantenerme en silencio. Y caminar con todos ustedes con el corazón en silencio”, expresó.

Muchos en la multitud lloraron mientras Francisco hablaba, abrumados por los recuerdos de la tormenta del 8 de noviembre de 2013 que destrozó localidades enteras con vientos feroces y olas de siete metros que dejaron más de 7 mil 300 muertos y desaparecidos.

Miles de personas se situaron en los laterales de las carreteras por donde estaba previsto el paso del pontífice, que recorrió rápidamente su trayecto entre gritos de histeria de los ciudadanos, que vieron como su ídolo se vio forzado a abandonar la ciudad cuatro horas antes de lo esperado a causa de la tormenta.

Después de misa su convoy pasó entre una multitud entusiasta y lo llevó a un breve almuerzo con 30 sobrevivientes de Haiyan y después a la catedral en la ciudad de Palo.

Al entrar sin la ceremonia y procesión normales Francisco tomó el micrófono y dijo a los sorprendidos presentes que tendría que marcharse a la 1 de la tarde cuatro horas antes de lo programado.

La efusividad de los filipinos llegó a tal punto que el propio pontífice mandó callar a los afortunados que pudieron asistir a su visita de la catedral de Palo, localidad vecina de Tacloban.

Primero, quiero pediros que recéis por mi, y segundo, que os calléis”, dijo entre risas el santo padre en un breve discurso en el que explicó la razón por la que se veía obligado a acortar su viaje.

Ya de vuelta en Manila, el cambio repentino en el programa no impidió que cientos de miles más volvieran a recibir al pontífice en la base aérea de Villamor y en las calles de la capital, que estos días se encuentra prácticamente paralizada por la visita.

Para nosotros el Papa lo es todo. No hay nada que no haríamos por él”, dijo hoy Randy Castillo, vigilante de seguridad en Manila.

Más efusiva si cabe fue la recepción el pasado jueves del papa Francisco, que se mostró “muy impresionado” con la actitud de los filipinos cuando aterrizó por primera vez en la capital del país.

El Espíritu Santo va a tener que trabajar mucho para tocar los corazones de toda la gente que estamos viendo”, dijo el pontífice el pasado jueves poco después de aterrizar en Manila, donde cientos de miles de personas se echaron a las calles de la ciudad para recibirle.

Según estimaciones del cardenal de Manila, Luis Antonio Tagle, que viajó con el máximo representante de la Iglesia Católica en el convoy que le trasladó al lugar en el que se aloja, entre dos y tres millones de personas salieron a la calle para ver al papa durante sus primeros minutos en Filipinas.

La verdad es que al final me perdí un poco con tanta gente”, confesó Tagle a la prensa local.

Pero el acto más multitudinario se espera que sea la misa que ofrecerá el pontífice en el centro de Manila, a la que se prevé que asistan unas 6 millones de personas, lo que podría convertir el evento en la mayor concentración papal de la historia.

En 1995, cuando vino Juan Pablo II a Manila, al menos 5 millones de personas fueron a la misa que ofició. Pero por aquel entonces éramos sólo unos 50 millones de habitantes”, explicó el embajador filipino Marciano Paynor, miembro del Comité Central para la Visita del Papa del país.

Ahora somos 100 millones de filipinos, o sea que pensamos que al menos serán unas 6 millones de personas las que se acerquen a la ceremonia”, agregó.

De hecho, cientos de miles de personas, llegadas de todas las provincias del país, ya se concentran en los alrededores del Parque Rizal, donde tendrá lugar la multitudinaria misa.

Esta visita del Papa, al que los filipinos han dado el cariñoso apodo de “Lolo Kiko” (Abuelo Kiko), es la primera a Filipinas que realiza un pontífice desde hace 20 años.

Fuente: EXCELSIOR