¿PANDEMIA O TERRORISMO INTERNACIONAL?

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LECTURAS

“La violencia extrema logra que no veamos los intereses a los que sirve”. NAOMI KLEIN.

Por NOÉ GUERRA PIMENTEL

Con el título de “Influenza o terrorismo de estado”, escribí y publiqué este artículo hará 11 años, sí, el 13-14 de abril del año 2009. Ahí están las hemerotecas y nadie en aquel momento de crisis me contradijo, por lo menos no de frente o públicamente. El tiempo me dio la razón, era solo una patraña manipuladora diseñada desde los más altos niveles del gobierno mexicano, esta vez parece que va más allá, el impacto ya es de incalculables consecuencias para muchos que en lo individual ya lo están padeciendo, realidad que a los dueños del poder no les interesa, es el nuevo orden mundial, como le llaman los teóricos de la geopolítica. Razón por la que, por su vigencia y actualidad y a petición de varios lectores, con algunos ajustes de forma, reproduzco.

El propósito de conocer otra opinión sobre la principal crisis que sin duda la mayoría de los mexicanos estamos enfrentando con el fantasma de la influenza; a continuación y respetando el derecho al disenso, me refiero a la teoría del shock, fundamentada por la influyente periodista e investigadora canadiense Naomi Klein, quien consecuente con su visión antiglobalización, afirma que desde los años 40s, con los avances y desarrollo de las áreas científicas que revolucionaron la medicina tradicional y la psiquiatría con la aplicación de nuevas tecnologías, orientadas sobre todo a la cura de enfermedades mentales mediante el uso del electrochoque, con el que según limpiaban las mentes de los enfermos para que volvieran desde cero y crearles una nueva personalidad, es decir rehacer personas conmocionándolos hasta que obedecieran.

Ella, como periodista, apunta que en los años cincuenta la CIA la retomó, previos estudios y experimentos (con humanos) de la que surgió un “Manual” enfocado a doblegar la moral de los prisioneros, principalmente políticos o “inadaptados sociales”, críticos del sistema; mismo en el que se describen mecanismos de tortura como la privación del sueño, creación y fomento de fobias, posiciones estresantes, inmovilidad física y mental, etc., con el propósito reducir al individuo al mínimo, a su condición infantil, a un estado de vulnerabilidad a partir de regresiones de la personalidad, animación suspendida, parálisis física y psicológica, alteración de la sensibilidad y maltrato, hasta ponerlo en condición de absoluto sometimiento y abierta sugestión, en el entendido de que así serán más dóciles y persuasivos.

Técnicas que, dice la investigadora, luego encontraron su aplicación práctica no solo en personas sino en grupos, en colectividades, en sociedades enteras. Causas que, por su impacto y condición extraordinaria, generan crisis psicológica generalizada y meten en estado de shock al sujeto objetivo nulificándolo, como al prisionero, al grado de hacerlo creer en quienes afirmen protegerlo. Ello, gracias a la orientación de un economista, el más famoso de nuestra época, un personaje influyente en la comunidad política estadounidense e internacional de nombre: Milton Friedman, quien cimentó la creación de una concepción radical, según la cual, las ganancias y el mercado impulsen todo. Defendiendo el fin de las protecciones comerciales entre Estados, desregulación de los precios y la abolición de servicios estatales.

Ideas que, como se ha constatado, son impopulares y rechazadas, incluso por el conjunto de la sociedad en razón de lo que generan: desempleo, inseguridad económica, disparan los precios, etc., en suma, hacen que la vida resulte más precaria para las mayorías. Como su aplicación democrática es imposible en el mundo real de profundas desigualdades sociales que compartimos, Friedman y su equipo optaron por el Shock, técnica en la que el sujeto, grupo o sociedad, debe ser despertado bruscamente, se le deben vendar los ojos y atar las manos. La intención, impedir que el sujeto se relaje, que se recupere. Así como el shock de la captura “ablanda” hasta someter a los prisioneros, las catástrofes de gran escala también lo hacen con las sociedades completas. “Tratamiento de choque económico” o “Doctrina del Shock”, según Klein: https://blogsostenible.wordpress.com/2017/07/14/libro-la-doctrina-del-shock-naomi-klein-resumen-libre-mercado-capitalismo/

Para encontrar las evidencias de este manejo artificialmente creado, vale rememorar las crisis sociales que en los últimos 50 años más han conmovido al mundo: golpes de estado, invasiones militares, extraterrestres, monstruos de fantasía, guerras civiles, masacres civiles, terrorismo, desastres naturales, desplazados, marchas y caravanas invasivas de migrantes, epidemias, enfermedades recicladas, pandemias, etc. “Solo una crisis real o percibida como tal, produce un autentico cambio”. Aislar, cegar, desorientar, silenciar, saturar, aturdir, violentar, alienar, inmovilizar, conmocionar, son los mecanismos. ¿Le son familiares? Como siempre, usted tendrá la mejor opinión.