¡Padrino mis empanadas!

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Tribuna villalvarense

Por: César Alejandro Guerrero Ramírez.

Lamentablemente por segundo año consecutivo con la pandemia del Covid 19 presente con el riesgo de contagios y causando muertes de personas queridas, sin eventos tal como estamos acostumbrados por décadas los villalvarenses e invitados de otros lugares, llegamos a otro novenario más en honor a San Francisco de Asís, aclaro, para los despistados, no se confundan, no es el santo patrono como erróneamente algunas personas mencionan, el que tiene ese honorable título es San Felipe de Jesús protector de los desastres naturales a quien se dedican las fiestas charrotaurinas en febrero, aunque desconozco si se pudiese tener dos patronos, que mal no nos haría.

Les comparto lo encontrado en la red para entrar en contexto: San Francisco de Asís (en italiano San Francesco d’Assisi, nacido Giovanni di Pietro Bernardone; Asís1181/1182(ibidem3 de octubre de 1226) es un santo umbro (italiano), diácono, también conocido como “El Padre Francisco” fundador de la Orden Franciscana, de una segunda orden conocida como Hermanas Clarisas y una tercera conocida como tercera orden seglar, todas surgidas bajo la autoridad de la Iglesia católica en la Edad Media. Destaca como una de las grandes figuras de la espiritualidad en la historia de la cristiandad.  De ser hijo de un rico comerciante de la ciudad en su juventud, pasó a vivir bajo la más estricta pobreza y observancia de los Evangelios. En Egipto, intentó infructuosamente la conversión de los musulmanes al cristianismo. Su vida religiosa fue austera y simple, por lo que animaba a sus seguidores a hacerlo de igual manera. Tal forma de vivir no fue aceptada por algunos de los nuevos miembros de la orden mientras esta crecía; aun así, Francisco no fue reticente a una reorganización. Es el primer caso conocido en la historia de estigmatizaciones visibles y externas. Fue canonizado por la Iglesia católica en 1228, y su festividad se celebra el 4 de octubre​ En italiano es conocido también como il poverello d’Assisi, es decir, “el pobrecillo de Asís”. Sus fiestas se asocian con el fin de la estación lluviosa, un fenómeno denominado Cordonazo de San Francisco.

Ahora entrando al tema que nos ocupa por el día de hoy;  la palabra Empanada proviene del castellano empanar, cuya primera acepción es “encerrar algo en masa o pan para cocerlo en el horno”. Se trataba de rellenar panes con viandas o vegetales (o ambas cosas) (in-panis, in-panata), que los pastores y viajeros llevaban para consumirlos en el campo. Con el tiempo, se acabó cociendo la masa de pan junto con su relleno, y más tarde se elaboraron masas específicas para envolver el relleno. Luego entonces, una empanada es una fina masa de pan, masa quebrada u hojaldre rellena con una preparación salada o dulce y cocida al horno o frita en aceite o grasa.

En cuanto a lo nuestro, la celebración en honor a San Francisco de Asís, se realiza-ba (hasta antes de la pandemia que espérenos el siguiente año pódanos recupéralo) en los alrededores de la iglesia y en el jardín principal con un novenario que incluye “misa de gallo”, cohetes y verbena popular sin faltar por la noche la popular quema del castillo, de esta manera, se crea un espacio propicio para el reencuentro con amigos y familiares que a la exclamación de -¡Padrino mis Empanadas! (a los conocidos solamente, nunca vi se lo dijera algún desconocido)- comparten gratos momentos familiares rodeados de un ambiente de bullicio y romería entre los villalvarenses y vecinos apostados en los portales y bancas, esto se ha fortalecido con le gente del centro a raíz del desproporcionado crecimiento de la Villa.

Por otro lado, como en casi todos los hechos históricos existen, respetables, diferentes y variados comentarios sobre su origen e iniciación, que es lo que causa polémica, de la buena, porque los hay, quienes, a falta de hablar de algo importante de su municipio de origen, convierten estas fechas su deporte favorito para desacreditar a toda costa nuestras tradiciones que ojalá fueran propositivos y aportadores de datos, pero no, la pura de chingar para hacerse. disque ellos, llamar la atención. Dejando atrás a estos tipos, la hipótesis más certera, creíble y sustentada por los cronistas criollitos de la Villa, escribieron que esta práctica culinaria fue traída a tierras colimenses por los franciscanos a mediados del siglo XVI cuando realizaban labores de catequización a los vecinos del antiguo San Francisco de Almoloyan, a quienes instruían en labores agrícolas y de manera particular la elaboración de panes para consumo propio y de los Franciscanos, inclusive para obsequiar a los pobres y ocasionalmente venderlos para allegarse de recursos. De ahí proviene la empanada, arte y práctica que de una u otra manera se conservó y mejoró al paso de los siglos hasta convertirse en oficio permanente para muchas familias villalvarenses que ha perseverado y mejorado por generaciones, entre las que podemos mencionar a los Gutiérrez mejor conocido como “Cacheto”, los Delgado, Angel Palacios, Chava Olmos y muchos más que por alguna u otra razón desaparecieron con el tiempo, pero en cuanto a la elaboración de empanadas estos nombres son los más reconocidos y párenle de contar, empero, con agrado vemos que las nuevas generaciones están abriendo sus propios negocios por lo que continúan con la tradición, eso es de resaltar y hay que apoyarlos.

Una de las versiones que expresan los villalvarenses respecto a la célebre frase ¡padrino mis empanadas! data de 1825, como parte de las fiestas patronales en la Villa de Almoloyan (nombre dado a nuestro municipio en 1824), refieren que se realizaban muchos bautizos y que en una ocasión el padrino de oficio panadero, regalaba empanadas, ya que no tuvo dinero para dar el bolo y aquellos que no alcanzaron, exclamaron ¡Padrino mis empanadas!, algo con lógica común, pero ojo, no fue en el ahora templo parroquial, este ni existía, apenas se comenzó siendo una capilla que luego se amplió, el edificio actual se inició con la colocación de la primera piedra que hizo el señor Obispo José Amador Velasco el 4 de octubre de 1903 que fue realizado de conformidad con el plano elaborado por el arquitecto jalisciense Anastasio Gutiérrez. Empero haiga sido como haiga sido, amigos, aquí los esperamos con los brazos abiertos hoy cuatro de octubre, vengan a comprar y disfruten este delicioso panecllio que lo encontrará en puestos en los terrenos feriales y en la llamada ruta de la empanada. Olvidaba algo importante, muchas felicidades a todos mis amigos Panchos sea por su santo o cumpleaños.

TORO DE ONCE

Está por concluir uno de los trienios más grises que se tenga memoria, muchos pensábamos por ser la tercera ocasión que gobernara Felipe Cruz Calvario, experiencia suficiente, realizaría buen de perdis aceptable pape, todo lo contario, resultó en todos los sentidos una administración mediocre, insípida, desastrosa, ausente de liderazgo, timorato el hombre en la toma de decisiones, todos mandaban en el ayuntamiento, hasta los funcionarios de medio pelo, menos Felipe, es más, triste y vergonzoso, al principio se comentaba en los corrillos de la presidencia que se hacía y decidía lo que la esposa dijera, la ahora flamante diputada plurinominal Verde Paty Ceballos, ese será otro tema para abundar. Los servicios públicos, para llorar, pozos, no baches por todas las vialidades del municipio, inseguridad a la alza, cero obra pública de importancia, eso sí, en esta tercera ocasión Felipe salió bueno para los negocios y el billete. Lo escuché por ahí y queda ad hoc, alégrense que ya se va.