Por: Manuel Olvera Sánchez
Al inicio de la actual legislatura federal hemos sido testigos del discurso adoptado por los coordinadores de las diferentes fuerzas políticas ante la esperanza manifestada por los mexicanos el pasado uno de julio, donde los ciudadanos bajo una visión optimista le depositaron toda la confianza a Andrés Manuel López Obrador y al partido político que él representa Movimiento de Regeneración Nacional.
Hemos sido testigos de un discurso como el del legislador federal Mario Delgado donde evidencia bajo una visión meramente objetiva e imparcial el estado actual que guarda la nación donde el común denominador fue marcado por la corrupción, un crimen organizado desatado, la impunidad, el nulo crecimiento económico, el crecimiento desmedido del endeudamiento público comprometiendo el futuro de las finanzas públicas y el de las nuevas generaciones.
También observamos un discurso del presidente electo mediante el cual está siendo muy puntual enviando un mensaje donde señala que todos esos vicios que tanto daño le han ocasionado al país deben ser temas que los registrara la historia como una etapa perjudicial y que han sido el factor determinante para que México no despegue hacia el desarrollo económico y nos encontremos dentro de los países con menor crecimiento económico.
Hemos sido testigos de que el proyecto de gobierno del próximo Presidente de la República pretende para todos los mexicanos se basa fundamentalmente en el combate frontal a la corrupción como un vicio que obstaculiza que los recursos públicos aterricen de manera directa en los ciudadanos y con esto lograr una mejor calidad de vida.
El presupuesto de egresos de la federación es el documento rector que dicta las acciones de gobierno mediante la cual se establecerán las políticas sociales en beneficio de todos los mexicanos y que da rumbo al cumplimento de metas. Es precisamente en este documento donde los legisladores deberán prestar especial atención, ya que los lineamientos establecidos, como reglas de operación, rigen la forma y el cómo de deberán ejercer los recursos públicos. Deberán cambiar máxime con la figura de las delegaciones de Programas Integrales de Desarrollo Social que en nuestro estado recaerá en la persona de Indira Vizcaino.
No debemos olvidar que nuestro país cuenta con fortalezas financieras que son estas quienes dan la solidez necesaria para que se llegue a buen puerto en referencia al cumplimiento de las políticas públicas implementadas por el próximo Presidente de la Republica pero si los lineamientos establecidos para ejercer estos recursos no van acompañados de normas que permitan la fiscalización efectiva de los recursos continuaremos bajo un modelo económico caduco e inoperante que solo ha servido para beneficiar a quienes en ese momento son los encargados de ejecutar dichas acciones de gobierno.
Si hacemos un análisis de los diferentes fondos que se manejan dentro del Presupuesto de Egresos de la Federación observaremos que en muchos de los casos son programas sociales que en poco o nada contribuyen a lograr una calidad de vida digna de los mexicanos o solo son programas enfocados a simular que se apoya a ciertos sectores de la población pero que no fomentan el combate a la pobreza y a la pobreza extrema.
Derivado del informe rendido por el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social durante el periodo 2008 – 2016 se observa que los índices de pobreza mostraron un incremento en 3.9 millones de personas lo cual evidencia una serie de factores a analizar por parte de los tres órdenes de gobierno tanto el federal, estatal y municipal, lo anterior con la finalidad de que cuenten con información fiable y puedan reorientar y medir el cabal cumplimiento de los programas sociales.
Los actuales legisladores federales deberán actuar bajo un alto sentido de responsabilidad para con la sociedad mexicana y tomar con seriedad el informe rendido por el CONEVAL con la finalidad de atacar de manera frontal esa brecha que no se ha logrado disminuir con relación a la pobreza y pobreza extrema.
Los legisladores al momento de analizar y aprobar el presupuesto de egresos de la federación deberán considerar que dentro del mismo se incluyan acciones de gobierno tendientes a atender de manera urgente las carencias existentes con relación a temas como la educación de calidad, la salud, la seguridad social, vivienda y la alimentación, porque si bien es cierto pueden existir programas tendientes a atender esta problemática, también es cierto que no se ha permitido disminuir la pobreza en muchos de los casos por falta de transparencia en el uso de los recurso públicos.
Es precisamente la falta de transparencia en la ejecución de los programas sociales tendientes a combatir la pobreza extrema y la pobreza la causante de que no se logren resultado favorables en el combate a este mal que por décadas hemos padecido, pero también se debe privilegiar dentro del presupuesto de egresos acciones de gobierno dignas de reconocer y que evidencien que se le pretende dar un rumbo diferente a las políticas sociales del nuevo gobierno de la republica.
El próximo Presidente de la República tiene un gran compromiso con la sociedad mexicana que le ha apostado a su proyecto de nación, pero este deberá compartir esa visión de gobierno con el poder legislativo, ya que deberán ir de manera conjunta para poder estar en condiciones de cambiar el rumbo que requiere el País, ya que la Nación no puede estar bajo un escenario donde otras naciones han logrado cimentar las bases para un desarrollo económico y México solo ha sido un espectador mas.
El pueblo de México optó por un proyecto de nación diferente y el poder legislativo tiene en sus manos el cambiar la historia aprobando leyes que transformen el país, los legisladores tienen la maravillosa oportunidad de cambiar el rumbo de nuestra nación con leyes que fomenten el crecimiento económico y el combate frontal a la pobreza y pobreza extrema.
La visión que tenías sobre mí, no la defraudare, eso me fortalece aún más, serás ese impulso para lograrlo.
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