Nico: El Pueblo no Quiere más “Atole con el Dedo”

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    CIUDADANO PRESIDENTE DEL
    HONORABLE CONGRESO DEL ESTADO:

    COMPAÑERAS Y COMPAÑEROS DIPUTADOS:

    En ejercicio de mis derechos constitucionales y legales como integrante de esta Honorable Quincuagésima Sexta Legislatura, así como de la facultad constitucional de inviolabilidad que a las expresiones de los diputados locales nos otorga el artículo 26 de nuestra Carta Fundamental del Estado, nuevamente hago uso de esta máxima Tribuna popular, para expresar a ustedes las siguientes consideraciones y fijar mi posición respecto a ellas.

    Considero un verdadero fiasco la función que lleva a cabo la Comisión de Hacienda, Presupuesto y Fiscalización de los Recursos Públicos, al revisar las cuentas públicas estatal y municipales, correspondientes al segundo semestre de 2009. El Diccionario de la Real Academia Española define esta palabra como “fracaso, decepción”. Vean ustedes si lo que afirmo no es cierto.

    A partir del día 28 de abril, la Comisión ha realizado solamente 5 reuniones, cada una de aproximadamente 3 horas. En ellas, a los diputados que hemos asistido, sólo se nos ha permitido ser observadores de una explicación de la Auditora Superior del Estado, con base en diapositivas, de cada una de las cuentas públicas.

    Nunca nos entregó la Comisión ni la Auditora Superior, una copia del informe de resultados de cada una de ellas, no obstante que los 25 diputados somos el órgano facultado constitucionalmente para aprobar o rechazar dichas cuentas públicas. No es la Comisión, lo digo puntualmente, la entidad que tiene dichas atribuciones, somos la totalidad de los integrantes de esta Legislatura. Por ello, tenemos derecho a ser informados totalmente, a que se nos entreguen copias de los documentos oficiales correspondientes, con la debida oportunidad. El argumento de que no puede la Comisión entregarnos dichos informes, es válido para los ciudadanos en general, para las personas del público, no para nosotros, que integramos el Congreso.

    Hasta ahora, sólo tenemos la información a base diapositivas que la Comisión ha querido que tengamos. Le recuerdo a la Comisión que su función es la de dictaminar las cuentas públicas, pero es el pleno de los 25 diputados quien tiene la atribución de aprobar o rechazar el dictamen. Y hasta el día de hoy, carezco de la suficiente documentación para poder ponderar mi criterio y estar en posibilidad de emitir mi voto al respecto.

    Algunos diputados formulamos preguntas a la Auditora Superior y respondía que en ese momento no llevaba la información del caso, pero se comprometía a responderlas más adelante. Hasta ahora no lo ha hecho.

    Yo me pregunto si la Comisión de Hacienda considera que con esas reuniones explicativas los diputados contamos ya con la información necesaria para formar nuestro criterio y emitir en consecuencia nuestro voto razonado.

    Si las finanzas públicas se auditan en la forma como lo hace la Auditora Superior del Estado y la Comisión competente pretende que los diputados entremos a una dinámica en donde solo un acto de fe, permite a ellos formarse un criterio de cada una de las mismas, sin documentación alguna que lo sustente ni análisis de otro tipo, entonces declaro desde ahora mi total rechazo a esa práctica. No estoy de acuerdo con ella. Está muy claro que lo único que pretendió la Comisión con estas reuniones, es hacernos perder tiempo. Muy bien, lo lograron. El tiempo ya se agotó.

    El presidente de la referida Comisión no ha dado respuesta por escrito a los dos oficios que su servidor le ha entregado, en los cuales le formulé varias preguntas para ser contestadas de igual forma, por la Auditora Superior del Estado, quien nunca dio respuesta a ninguna de las preguntas. En la reunión celebrada el 4 de mayo, el presidente me expresó verbalmente algunas consideraciones a mis interrogantes, mencionando por mi parte que debía tener la atención de hacerlo por escrito, como yo lo había hecho con él. Sigo esperando su amable respuesta por escrito.

    He sabido que el 13 y 14 de mayo, se llevará a cabo una Reunión Nacional sobre el Cambio Climático en la ciudad de Puerto Vallarta, Jalisco, a la cual se ha invitado a los legisladores de Colima. Por esa razón, el presidente de la mencionada Comisión expresó el día 4 de mayo la posibilidad de presentar al pleno los dictámenes de las cuentas públicas entre el 10 y el 12 de mayo, y así tener oportunidad de asistir a tan importante y trascendente reunión.

    No estoy de acuerdo con ello y lo digo desde ahora. No puede haber algo más importante ahora en el Congreso que la calificación de las cuentas públicas. A esa tarea debemos abocarnos. Ninguna reunión de otro tipo, que además no es ni siquiera del Estado, puede distraernos de esta función.

    Esta es la hora para que actuemos con plena responsabilidad en la tarea de calificar las cuentas públicas. De otro modo, seguiremos arrastrando un vicio de origen. Tenemos que plantearnos honestamente si en verdad queremos fiscalizar el manejo del dinero del pueblo colimense o sólo queremos darle atole con el dedo, haciendo como que revisamos las cuentas y, al cuarto para las doce, a la carrera les presentamos un esquema explicativo a los diputados, esperando que estén de acuerdo con él y luego, en una sesión maratónica que justifique que estamos trabajando arduamente, aprobamos de un tirón los dictámenes que elaboró la Comisión de Hacienda. A lo que nos está llevando esta práctica es a un acto de fe de parte nuestra, a la hora de votar, porque honestamente no llegamos a ese momento con la suficiente información para saber si en verdad las cuentas públicas fueron o no bien manejadas.

    Yo me pronuncio porque cambiemos este esquema y no volvamos a repetir ese vicio de origen. Tenemos que hacer un trabajo completo de información para que los diputados tengamos a tiempo y de manera completa, la información necesaria para poder formar nuestro criterio y emitir responsablemente nuestro voto. No se nos puede regatear el acceso a los documentos, papeles y archivos, así como tener la documentación en nuestro poder. Si eso lo hace la Comisión con nosotros los diputados, qué le espera al ciudadano cuando solicita acceso a esa información, producto de la aplicación de la ley de transparencia.

    Con mucho respeto, les pido quede asentada mi propuesta, mi reflexión y mi preocupación.

    Muchas gracias por su atención.

    Colima, Col., 08 de mayo de 2010.

    DIP. PROFR. NICOLÁS CONTRERAS CORTÉS.