MUJERES, POR LA IGUALDAD TOTAL (Son un poder que lucha sin tregua contra el machismo)

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TAREA PÚBLICA

Por: Carlos Orozco Galeana.

Aunque las mujeres siguen avanzando en el mundo, aún hay disparidades y grandes obstáculos que frenan su desarrollo. Y es ahora, con motivo de haberse celebrado su Día internacional el ocho de este mes, cuando se retoman temas en los que no se ha avanzado en sus luchas, otros en los que ha ganado presencia y aquellos que podrían aclararse en un futuro si se continúa viendo hacia adelante y los gobiernos y las sociedades impulsan su participación.

Su importancia en los hogares ha aumentado. Al ser unidad con el padre de familia y compartir responsabilidades en la conducción de los hogares y particularmente en el tema económico, están delineando un presente mejor para su descendencia aunque se les llame “aspiracionistas”. Su aporte es esencial en el crecimiento del país, al que aportan su dedicación y su creatividad.

Tenga usted presente estos datos: De acuerdo con un análisis del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) incorporar a más mujeres a la economía nacional podría elevar el PIB en 15% sobre todo si en una década se suma a 8.2 millones. Esto es un sueño por hoy.

Actualmente, la tasa de participación económica de las mexicanas es muy baja. Hasta antes de la pandemia, sólo el 45% de las  mayores de 15 años contaban con un trabajo o estaban en búsqueda de uno. Sin embargo, la pandemia borró el escaso avance de los últimos 15 años, lo que representa toda una generación perdida.

“Si bien en los últimos 10 años es posible identificar un avance en la participación política de las mujeres, sobre todo en los puestos de representación como legisladoras, gobernadoras y secretarías de Estado debido a las cuotas de género, esto no se ha traducido en un mayor crecimiento de mujeres en el resto de las instituciones de gobierno.

El IMCO detalló que en el sector privado también hay una baja representación de mujeres, que se reduce aún más conforme ascienden los puestos directivos. Mientras que el 35% de la plantilla laboral de las empresas que cotizan en las bolsas de valores son trabajadoras, solo el 1% de las direcciones generales están ocupadas por mujeres y representan solo el 9% del total de miembros de los consejos de administración.

Los mayores desafíos que tiene nuestro país para retener al talento femenino se relacionan con la distribución del trabajo del hogar y de cuidado, así como la participación en el sector privado. De no implementarse una agenda sustantiva y real para la igualdad entre hombres y mujeres, y mantenerse la tendencia actual, México tardaría casi 60 años en alcanzar la tasa de participación económica promedio de los países de la OCDE”, refiere el IMCO.

México tiene que incorporar a los rezagados en educación al desarrollo. En ese grupo, hay mujeres que se dedican al trabajo en el hogar, con perspectivas mínimas de continuar su educación o de capacitarse en áreas técnicas. Que lleguen a puestos elevados o en empresas es muy difícil, aunque se dan casos extraordinarios, pero son ínfimos. Se sigue ignorando que las mujeres constituyen un poder económico y social. Las que siguen avanzando y descubriendo nuevas rutas, están aportando mucho en los sitios donde se desempeñan y con sus tareas están contribuyendo al bienestar de los países, sociedades y familias.

Mal hacen, pues, los que tienen por deporte cerrarles el paso en los gobiernos, en las empresas y en el propio hogar cuando el marido no les permite desarrollarse. Y peor aún los que las dañan físicamente o las violan sexualmente o las matan. Esos no tendrán perdón de Dios. No saben lo que hacen con su egoísmo criminal. Están dañando al país, cancelando potencialidades, de ahí que las normas jurídicas para esos casos tienen que ser aplicadas rotundamente cuando el machismo o el egoísmo deliberado y grosero de los hombres aparezcan y atranquen su desarrollo.

Los datos del IMCO han de servir para orientar políticas sensatas, consistentes, sobre la participación de las mujeres. Tienen el mismo potencial que los hombres, y a veces más. Su contribución ha de ser histórica y definitiva si hay la inteligencia necesaria en los gobiernos para impulsarlas y sobre todo, si hay en las familias un cambio de mentalidad que permita valorarlas al igual que a los hombres y eduquen a los hijos en igualdad de trato y condiciones. Esto último costará esfuerzo, pero no hay camino más corto que ese.

Sean estas líneas un homenaje a todas ellas, son un aporte prioritario para la generación de condiciones de vida mejores. Donde está su presencia, hay la garantía de que todo tendrá solución porque si algo las caracteriza es su perseverancia y su constancia en la obtención de los más caros objetivos y las más ambiciosas metas. Por cierto, Dios me bendijo poniendo a una de ellas en mi camino, y es maravillosa.. .