Democracia transformadora
Por: Ángel Durán
Ha empezado el inicio de la etapa fuerte del proceso electoral 2020-2021 y con ello, un gran activismo de las instituciones que participan en él; la Unidad Especializada en Delitos Electorales, en la investigación de ilícitos en esta materia y un gran activismo en prevención; l os notarios públicos dispuestos a llevar a cabo diligencias dando fe de hechos solicitados por los actores políticos y por así ordenarlo la ley, jueces, partidos políticos, candidatos, la intervención de los tres poderes del Estado; ejecutivo, legislativo y judicial, así como los órganos electorales que organizan las elecciones como el Instituto Electoral Estatal y el Tribunal Electoral en el Estado de Colima, institución jurisdiccional que conoce y resuelve las controversias político-electorales de manera definitiva en el estado.
Todas estas instituciones tienen un gran activismo, y ya empezaron a trabajar arduamente cada quien, de acuerdo a su competencia, que les da la propia ley.
La sociedad, es un ente que se cuece aparte, pues ésta, tiene una función muy especial, pues es ella, el motivo por el cual se inicia la fiesta de la democracia, está vigilante y debe de participar activamente.
Sin querer hablar de demagogia ni tampoco de utopía, la sociedad es el anfitrión, es quien tiene el poder y el control para vigilar que todas las instituciones que participan en los procesos electorales, lo hagan bien y en su representación.
Democracia, es una forma de gobierno, pero también es una responsabilidad de la sociedad como ente colectivo y de las personas como ente individual, que actúa y se preocupa por sus deberes que tiene para construir una vida social respetuosa y protectora de los derechos humanos.
A su lado están las instituciones públicas, que tienen facultades para reordenar todo el sistema democrático, si es que la sociedad o sus integrantes, se lo piden; pues hay que tomar en cuenta, que cuando no hay proceso electoral se está ejerciendo el control de ese poder, de quienes fueron designados y el pueblo estará evaluando que tan certero fue en la calidad de su elección.
Si la decisión es buena, es que habrá buenos resultados democráticos y las instituciones electorales estarán funcionando bien, tendrán un buen activismo en el ejercicio de la democracia; eso es lo que se espera de un pueblo que ejerce su poder.
Valdría la pena, que cada institución haga una función ideal para el fomento de una democracia funcionalista, ¿sabe qué? Ya basta de que nuestro sistema no sea eficiente y esto es atribuido a todas y todos incluyendo la mala calidad de la democracia, por esos tenemos que poner calidad en todo lo que nuestras instituciones hacen