MOTIVOS DE TRUMP

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Por: José Díaz Madrigal

Cuando los comunistas chinos dirigidos por Mao Zedong, tomaron el poder en 1949, instauraron la actual República Popular China; basándose en un duro régimen marxista, con el cual quisieron transformar la tradicional economía agraria de esa nación, por otra que fuera de fábricas y manufacturas industriales. Éste plan impuesto a rajatabla no le funcionó a Mao, lo que provocó constantes hambrunas en las que murieron millones de chinos, debido a la inanición causada por la falta de alimentos.

Mao fue un líder narcisista y sanguinario, que según algunos historiadores, ha sido el mayor matón de todos los tiempos, que ha tenido la humanidad entera. Se le achacan sólo a él alrededor de 100 millones de muertes, entre enemigos políticos que mandaba eliminar y las muertes causadas por su criminales expropiaciones, quitando el sustento a la gente, conduciendolos a la ruina y a la muerte.

Como casi todos los dictadores, fue la tumba lo que lo apartó del poder, estuvo en éste 27 años. Después del deceso del tirano y máximo genocida que ha conocido el mundo, un par de años más tarde asumió el mando otro dirigente, de tamaño diminuto, comunista también pero con ideas prácticas, Deng Xiaoping; el verdadero padre de la China moderna.

Deng sin los prejuicios que tenía Mao, llevó a cabo la apertura del país a la inversión privada y al ingreso de capitales extranjeros, conduciendo a China con estas acciones con rumbo a la prosperidad de la que ahora gozan. A los viejos y reumáticos comunistas del tipo Mao que se oponían al cambio, les decía: no importa que el gato sea de un color o de otro, mientras pueda cazar ratones, es un buen gato.

Desde que Xiaoping arribó al poder en 1979, se fijó como obsesiva meta copiar el modelo exitoso de la economía estadounidense. Ese año estuvo recorriendo el vecino del norte, durante más de una semana; arrancandole al presidente Carter un ventajoso convenio, en el que admitiría a cientos de estudiantes chinos en las áreas de ingeniería, para que pudieran ingresar a distintas universidades. A cambio los chinos se comprometían a recibir inversiones de todas las empresas gringas que se quisieran instalar en China, garantizado mano de obra barata.

Aquella fue una jugada maestra del dirigente chino, por dos razones; la primera es que en un lapso de 15 años se prepararon miles de ingenieros en las mejores escuelas de los Estados Unidos, regresando a China con grandes conocimientos. La segunda razón es que de las muchas fábricas norteamericanas que se instalaron con los chinos, éstos aprendieron a elaborar infinidad de productos a precios irrisorios, para después venderlos en los Estados Unidos muy por debajo de lo que costaba hacerlo en éste país.

A la larga, caro le ha salido a los gringos ser tan generosos con los chinos. Por lo menos desde hace 25 años la balanza comercial siempre ha sido favorable para ellos, de tal modo que en la actualidad China tiene las mayores reservas en dólares de todo el planeta, producto de sus enormes exportaciones.

Sin duda la apuesta de Xiaoping resultó muy efectiva, en cambio a los estadounidenses les salió el tiro por la culata. Éstos compran a China cantidades estratosfericas de mercancías, sin embargo los chinos adquieren un porcentaje mucho menor, en relación a lo que les venden; dando como resultado relaciones comerciales desiguales y desbalanceadas en perjuicio de los norteamericanos, tan sólo el año pasado tuvieron un déficit de poco menos de 300 mil millones de dólares, obvio esa misma suma a favor de los chinos.

Por más robusta que sea la economía norteamericana, sí Trump no pone aranceles a los chinos, tarde que temprano llega el momento en que los gringos ya no van a aguantar la sangría de recursos, que significa su enorme déficit comercial.

También nosotros los mexicanos, tenemos un gigantesco déficit con China. Así pues, México no debe quedarse atrás; tiene que aplicar aranceles a todos los productos que llegan de ese país. Algo similar a lo que está haciendo Trump con los chinos. Estos aranceles serán con el fin de protegernos de la insaciable voracidad de los chinos, que se han convertido en los nuevos ricos del orbe, pero con el defecto que se volvieron muy marrulleros.

*Las opiniones expresadas en este texto de opinión, son responsabilidad exclusiva del autor y no son atribuibles a CN COLIMANOTICIAS.