México Distinto

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¿Colima independiente?

Por: Eric Ramírez*

Los últimos dos meses convulsos de la política colimense han servido para ratificar lo que siempre se ha sabido, los partidos políticos han empleado todo tipo de artimañas, para hacerse o mantener el poder. Sin importar el atropellar la ley, o no aplicarla eficazmente en beneficio de la ciudadanía. Sería ocioso detallar y enlistar la serie de acontecimientos que han llevado a Colima a estar sumergido en una crisis política de la que está lejos de salir, pero únicamente para refrescar la memoria basta señalar la crisis financiera del sector público, el recrudecimiento de la inseguridad, la crispación de las relaciones políticas al interior del congreso por su nueva conformación, y desde luego, la anulación de la elección a gobernador y los efectos constitucionales que ello conllevó.

Si  previo a todo lo anterior, en las campañas políticas de mayo de este año ya se vivía un enorme desencanto de la ciudadanía sobre la política, y sobre los candidatos a ocupar los distintos cargos de elección popular, pero mayoritariamente contra los candidatos punteros a la gubernatura, quienes a pesar de haber conseguido la mayor cantidad de votos y quedar a tan solo 500 de diferencia, fueron elegidos por los ciudadanos bajo el criterio de “por ser los menos peores” y no por una convicción real de las bondades que traería su respectiva designación.  A ello habría que agregarle el que los dos principales partidos políticos seleccionaron candidatos grises y antipáticos, que a golpe de billetazos quisieron hacer crecer, y cuyo respectivo crecimiento fue más por la fobia a que llegara alguno de ellos, que por un claro convencimiento de la opción política que representaban.

La polarización de las campañas de la elección anulada, lejos de creer que habrá de moderarse en la venidera, está ya en un punto de crispación máximo con la proliferación de páginas de facebook que se hacen pasar por portales informativos, y que no son más que ventanillas de inducción al odio con banalidades exacerbadas,  calumnias contundentes e injurias disfrazadas que son promovidas por los activistas del cuarto de guerra de los principales candidatos. Reflejando así desde hoy, el nivel de suciedad que imperará en la próxima elección extraordinaria.

Pero en esta próxima elección puede agregarse un componente que estuvo ausente en la anterior, y que hoy más que nunca tiene propicias todas las condiciones para ver su nacimiento: un candidato(a) independiente. En la elección anulada hubo diversos obstáculos para que las candidaturas independientes pudieran estrenarse en nuestro estado, el más relevante fue la ratificación personal de las firmas o manifestaciones de respaldo a los candidatos, entendiendo esto como la obligación de que los aspirantes llevaran físicamente a sus respectivos simpatizantes  (no bastaba con llevar su firma de apoyo como en la mayoría de los estados del país) hasta la sede de la autoridad electoral, convirtiendo este requisito en una obligación que ni los mismos partidos políticos con su presupuesto, estructura, capacidad de movilización y experiencia pudieran cumplir eventualmente, salvo en excepciones notables como un mitin de cierre de campaña.

Considerando que por mandato de la resolución del Tribunal Electoral del Poder  Judicial de la Federación al anular la pasada elección,  en esta ocasión la autoridad electoral será el INE y no la autoridad local , es más factible que ésta omita dicho requisito y solo requiera la manifestación de respaldo para que el aspirante a candidato independiente, en un tiempo justo y determinado, pueda acudir a los diversos ciudadanos que vean con buenos ojos su aspiración y recaben sus respectivas firmas de respaldo.

Con todo lo anterior, es imprescindible señalar que aunque las candidaturas independientes, en estricto sentido son las que nacen ajenas a todo partido político, habrá quien quiera utilizar dicha bandera, sin que propiamente sea una candidatura independiente real. Ya que como es sabido,  Locho Morán quisiera patentar la “ciudadanía” como cualidad de autonomía con el sistema político en su eventual candidatura, sin embargo ya no podría jugar dicha baraja, toda vez que, a diferencia de la elección pasada, en esta ocasión ya no competiría como un ciudadano externo cuya aspiración fue hecha suya por un partido político como movimiento ciudadano, pues  ahora, no solo forma parte de su estructura, sino que ostenta un cargo de dirigente dentro del mismo, por lo que su pretendida cualidad de ciudadano compitiendo en la elección, no sería más que una quimera.

De existir una candidatura independiente que verdaderamente plasme y represente los anhelos de las mayorías ciudadanas que se encuentran en el hartazgo de la política tradicional colimense, ésta debiera ser encabezada por alguien completamente autónomo, que acredite no haber vivido de la política en toda su vida, o por lo menos los últimos años, haciendo de su vida la máxima del célebre Max Weber: La diferencia entre vivir de la política o para la política … “se sitúa, pues, en un nivel mucho más grosero, en el nivel económico. Vive ‘de’ la política como profesión quien trata de hacer de ella una fuente duradera de ingresos; vive ‘para’ la política quien no se halla en este caso.”  Así de simple.

 

*El autor es Licenciado en Derecho por la UNAM, Diplomado en Prevención del Delito por la Universidad de Chile; Locutor en Conexión 98.1 FM y Presidente de la Asociación Civil “Estrategia 20-21”.