Diario de un Centenials.
Por: Consuelo Araujo.
2020 será recordado como uno de los años que causó más estragos y momentos de amargura en las familias mexicanas. Un año complicado para el mundo en general, que trajo consigo una cadena de dificultades para todos, un ejemplo de ello es: maestros estresados con cursos y clases en línea, padres de familia intentando hacer la labor de maestro (independientemente de todo lo que tienen que hacer), comerciantes con dificultades para continuar con sus negocios, niños sin poder salir a sus lugares favoritos o jugar con sus amigos en la calle, médicos y personal de salud agotados por la cantidad de enfermos por COVID-19, arriesgando su vida para salvar personas, etc. En conjunto, todo esto ha provocado estrés y un desequilibrio emocional para cada una de las personas. ¡Que terror!
Es cierto, que todos ya conocemos todos los protocolos sanitarios que tenemos que llevar a cabo, para evitar la adquisición de esta terrible enfermedad, como lo son: el lavado constante de manos, uso de gel antibacterial, usar el fastidioso cubre bocas, quedarte en casa, mantener la famosa “Susana distancia”, entre otras. Sin embargo, también es importante cuidarnos de aquellas “enfermedades” (por así decirlo) que provocan la desunión en nuestras familias y relaciones afectivas, como la amargura, estrés y falta de interés. Dicho esto, no quiero generalizar el tema con que todos estamos sumergidos en dichas situaciones, ya que hay familias que, por lo contrario, se han unido en esta cuarentena, ya que tienen más tiempo para convivir juntos, amistades o noviazgos para hacer la relación más fuerte a pesar de la distancia y cada momento es más valorado a como era anteriormente.
No obstante, me he dado cuenta en algunos casos, que esta situación ha empeorado la relaciones intrafamiliares, provocando distanciamiento de las relaciones en pareja, violencia infantil y doméstica. Es una tristeza, saber que aparte de la situación tan terrible que se vive con la enfermedad (covid-19), todavía tengan que enfrentarse con un ambiente desfavorable en sus hogares, ocasionando traumas emocionales y físicos.
Deseo que estos tiempos difíciles, sirvan para retomar las buenas convivencias en familia, disfrutar en casa lo que resta de esta pandemia escuchando música, ver una película, hacer ejercicio, bailar, preparar un rico platillo, hacer jardinería, realizar juegos de mesa, etc. También es buen momento para valorar la salud y procurar que todo sea dedicado con tiempo de calidad. Recuerden no estar más cercanos de los lejanos y más lejanos de los cercanos, ya que las personas más importantes y que más te quieren son las que están en tu hogar. Valora lo que tienes y disfruta el momento.