TAREA PÚBLICA
Por: Carlos Orozco Galeana
A Alicia Ochoa, luchadora por México ( y reconocimiento a los demás activistas).
El “cabecita de algodón”, o sea nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador, tomó la decisión de encabezar gestiones al máximo nivel con empresarios carreteros para poner punto final a una situación injusta que obligaba a los automovilistas colimenses y foráneos a pagar un precio muy caro para circular por la autopista de Manzanillo. Miles de millones de pesos lograron esos inversionistas que hicieron de nuestro territorio un boyante negocio particular durante tantos años. Pero la pesadilla ya terminó, al menos para ellos. Gracias, presidente, por escucharnos.
Gracias también a los cientos de colimenses que periódicamente pusieron en riesgo su seguridad física al protestar en la caseta y fueron objeto de burlas, amagos y agresiones por elementos para – policiacos que la compañía contrataba para evitar su liberación. Tienen medalla de oro. Gracias a Indira Vizcaíno, quien hizo gestiones primero para abaratar el peaje y luego para su eliminación. Igualmente tiene medallita. Al gobernador Ignacio Peralta, quien inicialmente no estuvo del lado de los manifestantes pero reaccionó luego a favor del interés colectivo, también le corresponde mérito pues efectuó las gestiones finales ante SCT y el presidente Amlo. Obedeció al pueblo.
Tiene razón en principio el gobernador Peralta Sánchez respecto a que la eliminación del cobro de caseta es de “ una enorme trascendencia para la vida económica, política y social de la entidad”, y acierta cuando dice que no simpatizaba con la reducción en el exacción sino con su eliminación porque “era injusta”.
El puerto toma un respiro, de algún modo la existencia de la caseta limitaba el desarrollo turístico y de negocios porque en la actualidad los turistas son muy meticulosos cuando planean vacaciones y seguro que veían en el cobro de peaje un trámite económico e indeseable que tenían forzosamente que hacer para circular con cierta seguridad por nuestra carretera. Crecerá además el número de visitantes.
Vuelvo a lo que dijo el año pasado a Diario El Noticiero Oscar Jiménez, dirigente de Coparmex: que tres banderas sociales debían enarbolarse y ocupar la atención de todos los actores políticos y sociales de Manzanillo y del estado: Quitar la caseta de cobro sobre la autopista de Cuyutlán, ( cumplida), que la Termoeléctrica deje de contaminar mejorando sus procesos y que la Laguna del Valle se recupere (pendientes). En esa oportunidad, Jiménez acusó de negligencia a las autoridades que tenían que ver con la solución de esos problemas. Por lo que expresó, deducimos que conoce bien ( les sabe sus defectos ) a los políticos de Manzanillo y también a quienes dirigen al estado.
Es deseable que esta acción justiciera sirva de aliento para resolver los temas pendientes en el puerto y motive a un mejor ejercicio de la política, instrumento fundamental para trazar caminos de entendimiento y del buen hacer. Los políticos manzanillenses han de entender que en la división no prospera nada y que hasta lo bueno a poco termina puidriéndose.
A nivel nacional, los operadores Lópezobradoristas tendrían que revisar el esquema de concesiones para averiguar si no se comete la misma injusticia que con los colimenses en otros estados al ampliarse los plazos de operación para los inversionistas, ya hinchados de tanta lana. Quizás, al observar ese acuerdo, haya otras entidades donde podría estar ocurriendo lo mismo que aquí y se decidan a luchar como los colimenses.
No se olvide por último que ante la indiferencia de los gobernantes, la mejor defensa es el de la organización y la acción de una sociedad, que está en perpetua madurez. Queda esta lucha como un timbre de orgullo para los activistas colimenses Siempre habrá fuerzas dispuestas a hacerse oír y a luchar por ideales en cualquier lugar, para que los que se asocian al poder y corrompen a funcionarios para su beneficio no se salgan con la suya.