Previamente, la policía lanzó gas lacrimógeno para dispersar a unos 5 mil manifestantes que rodearon la sede diplomática alemana y la misión británica situada cerca. Pero un testigo dijo que los efectivos permanecieron sin hacer nada cuando la multitud ingresó al complejo consular germano.
Manifestantes alzaron una bandera islámica negra con una frase escrita en blanco que decía “no hay más dios que Alá y Mahoma es su profeta”. Destrozaron ventanas, cámaras y muebles en el edificio y luego le prendieron fuego, señalaron los testigos. Bomberos arribaron para apagar las llamas.
Los empleados de la embajada alemana estaban a salvo “por el momento”, dijo en Berlín el ministro de Relaciones Exteriores Guido Westerwelle. También dijo al enviado de Jartum en Alemania que Sudán debía proteger las misiones diplomáticas en su territorio, de acuerdo a un comunicado oficial.
No estaba claro por qué dos embajadas europeas fueron objeto de agresiones puesto que el filme que ha enojado al mundo musulmán fue realizado en Estados Unidos y son las misiones estadounidenses las que han sido atacadas por islamistas de línea dura en varias naciones árabes.
Pero Sudán criticó a Alemania por permitir una protesta el mes pasado de activistas de derecha que portaban caricaturas de Mahoma y porque la canciller Angela Merkel entregó un premio en 2010 al dibujante danés que representó al profeta en el 2005, un suceso que causó manifestaciones violentas en el mundo islámico.
El presidente sudanés, Omar Hassan al-Bashir, ha estado bajo presión de islamistas que creen que el Gobierno ha renunciado a los valores religiosos del golpe islámico de 1989.
El gobierno estadunidense ha dicho que no estaba relacionado con la cinta y la condenó como “repugnante y reprochable”.
Fuente: LA JORNADA