LOS OTROS DATOS (QUE NO MIENTEN)

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TAREA PÚBLICA

Por: Carlos Orozco Galeana

Para cerrar el año hago un breve análisis de lo que ocurre en un sector vital para la vida económica del país: el de la construcción. De él depende en muchos estados que la economía funcione y genere riqueza y movimiento. Si usted quiere saber cómo anda el país en su crecimiento, un vistazo a esta industria le reportará datos muy valiosos.

Si se considera el lapso enero – de este año,   el IMSS reportó casi 725 mil trabajadores, lo que significa una reducción del 30 por ciento respecto a ese mismo período en 2018, cuando se registró un  millón 40 mil empleos. Aquí hay una baja incuestionable. . . . pero faltan los datos de Palacio.

Lo que ocurre en el sector de la construcción, es emblemático de la crisis: un economista serio del Tecnológico  de Monterrey, estimó que es ya invonveniente el despido de miles de personas de  esa industria debido a los recortes en los programas de infraestructura   y por la falta de incentivos para que las empresas inviertan.  

 Un dato más de la crisis es que miles de trabajadores del sector privado y público están retirando sus ahorros de afores. Respecto al 2018, son más de 3, 500 millones de pesos  hasta llegar en el 2019 a 11 mil 194 millones.  O sea, la cosa está que arde y hay muchos mexicanos asustados, mientras que el régimen sigue ampliando sus beneficios a clases necesitadas, pero a costa de no gastar en lo que producirá riqueza. La gente prodigará el recurso oficial en sus necesidades  apremiantes.

Es en este contexto donde surge la voz desesperada de los constructores colimenses, que no dan una últimamente. Están como “mosqueados” por la situación actual.  Apenas este lunes, se quejaron del resultado de una licitación de la Administración  Portuaria Integral, a la que consideran al menos discriminatoria y sospechosa. ¿ Qué tiene que buscar Api que no encuentre aquí?, se preguntan los empresarios que, como el chinito, están  mirando a sus competidores veracruzanos que obtuvieron un contrato  por 600 millones de pesos. El presidente de CMIC, Carlos Maldonado Orozco ha sido enfático, diciendo  que Veracruz “no es parte de la región donde está Colima, y aún así las empresas de esa entidad se quedaron con toda la obra”. Consideró que la argucia es muy fácil, “a las empresas locales les asignan actividades que no pueden cumplir por falta de experiencia para dárselas fácilmente, por asignación directa, a otras”.

Y las cosas se perfilan más difíciles para el 2020 ante los recortes millonarios en los presupuestos locales. El gobernador no está llorando pero casi lo hace al anunciar que la inversión pública disminuyó de 700 a 200 millones de pesos en 2018, citando que para el siguiente año el gasto programado total para Colima  tiene una reducción de 1,300 millones de pesos menos.

La situación para los constructores entraña un problema gravísimo dado que de la industria desarrollada depende la economía de miles de familias.  Cada centavo de inversión que disminuye, impacta a la cadena productiva en su conjunto y al comedor de aquellas.

Junto al Ejecutivo estatal, los constructores han de intensificar gestiones para lograr recursos para otros proyectos, si es necesario plantarse ante Palacio Nacional ( con el riesgo de que les echen gases en la cara, no importaría ) para exigir una dinámica económica distinta y a la alza que tanto depende del gobierno central, que parte y reparte quedándose con la tajada del león.

En cuanto a las decisiones de Api, es conveniente vigilar el motivo de sus decisiones, fundamentarlas para que no haya habladurías ni  entendidos equívocos y, claro, la nefasta corrupción. Porque recuérdese que Colima es casa de cristal y todo se sabe tarde o temprano. 

Y desde luego, no hacer menos a los constructores locales que, por su parte, tienen que evolucionar en sus negocios para no quedarse fuera de las oportunidades.  Requieren arriesgar más, no estar a las “caíditas” (intentar ganar lo más con lo menos),   impulsar innovaciones y reforzar la capacitación.

En cuanto al gobernador Ignacio Peralta, ha de ser más incisivo en el último año de su poder; casi se estará despidiendo dentro de unos meses y seguro que quiere mejorar su desempeño. Su partido está en serio peligro de ser vencido en las elecciones del 2021.    

¡ FELIZ NAVIDAD Y PROSPERO AÑO 2020 PARA TODOS ! NOS ENCONTRAMOS LA SEGUNDA SEMANA  DE ENERO EN MEDIOS DIGITALES Y EN LOS  IMPRESOS QUE PUBLICAN ESTA COLUMNA. GRACIAS POR SU COMPRENSIÓN,  SU APOYO Y SU PARTICIPACIÓN. ¡JUNTOS HACEMOS UN COLIMA MEJOR!