La Gaceta del Marqués
Por: José Luis Cobián León
“Soy la Ira. No tengo padre ni madre y broté de la boca de un león cuando yo apenas tenía media hora de vida. Desde entonces siempre ando por el mundo con esta caja de espadas, hiriéndome a mí mismo cuando no puedo herir a otros.” CHRISTOPHER MARLOWE
Sobre la violencia actual, quiero dirigirme a nuestros jovencitos recordando a dos tipos de personajes, el primero perteneciente a un viejo video juego originado en 1991 llamado los Lemmings: personas comunes con una vida normal pero que buscan situaciones de peligro para encontrar la muerte, es decir se suicidan.
El otro es el Heraldo de la Muerte, un personaje demoniaco con un inmenso poder de destruir al mundo, el origen de todo mal. Pero antes de entrar en materia, regreso al video juego que se inspiró en los roedores llamados lemmings sobre los que existió la creencia errónea de que buscaban su muerte en masa cuando se trasladaban de un lugar a otro.
Es así que hago una semejanza o analogía con la realidad actual, donde muchos de nuestros jovencitos y jovencitas, son como los lemmings, con el afán de salir adelante, tener éxito o simplemente por diversión se ponen en situaciones de riesgo, en el mayor de los casos con conocimiento de causa, al confiar en desconocidos que son como los Heraldos de la Muerte, quienes les ofrecen esa falsa oportunidad.
Aquí es importante y no se puede ser sutil, si como padres estamos brindando a nuestros hijos el afecto, el contacto, el apoyo, el amor, tomando en cuenta que el que ama corrige. Si en un niño se cuidan estos factores internos a los que hago referencia, se puede sobrevivir e incluso florecer en las circunstancias más horrendas.
Por lo anterior apoyándome en mis lecturas, como expresó Douglas Jeffers un asesino, personaje de “Retrato en Sangre” de John Katzenbach, quien aseguraba sin éstas atenciones que mencioné resulta inútil el dinero, los estudios y las niñeras: “Si un niño que sufre marginación y aislamiento consigue abrirse paso en los estudios y llega a ser abogado u otra profesión, puede pasarle como al Kennedy de la última generación que muere por sobredosis”.
Por tanto mi recomendación a las muchachitas (os), es, que deben tener una pizca de nitidez en sus ideas y recordar el foco rojo de aquellos comerciales de “mucho ojo” y no subestimar las cosas, es necesario que activen sus sentidos como el verde de un visor nocturno para romper la oscuridad y detectar algún peligro.
Nuestros hijos deben saber los riesgos que prevalecen en nuestra sociedad para que puedan cuidarse, y reconocer aquella frase de Talmud, Berakhoth: “Si el ojo pudiera ver a los demonios (la maldad humana) que pueblan el universo, la existencia sería imposible”. Por ello siempre deben plantearse dos cosas: “El IMPULSO y la OPORTUNIDAD son los que hacen atacar a un loco, a un asesino o a un desequilibrado sexual”. Con el impulso no se puede hacer nada, pero si con la oportunidad, esa les pertenece a ustedes, nunca la brinden.
John Katzenbach, es un escritor que se caracteriza por ser el maestro del suspenso psicológico. Y para concluir, retomo las palabras de Sócrates para expresar que por mi parte no puedo enseñar nada a nadie. Solo puedo hacerles pensar. Para que no quede nada en el tintero.
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