LOS ASPIRANTES EN COQUIMATLÁN EN EL 2021

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Análisis Político

Por: Abel González Sánchez

Coquimatlán, Colima, es un municipio pequeño con menos de 20 mil personas y la base fundamental de la economía del municipio es la agricultura con un total de 10,744 hectáreas cultivables; de las cuales, 6,682 son de riego y 4,062 de temporal, con al menos 15 variedades de cultivos, aunque se cría ganado bovino, porcino, caprino, caballar y aves, también hay minería explotándose yacimientos ferríferos del cerro Náhuatl, yeso, mármol y calizas.

El ambiente político en el municipio es muy tranquilo, en comparación al interés por el cambio de la administración en otras ciudades, mas sin embargo curiosamente la lista es también numerosa para el 2021, pero de aquí saldrá el alcalde o alcaldesa, la gente opina sobre los aspirantes naturales de los diferentes partidos y de algunos otros con perfiles más bien ciudadanos.

LA LISTA; Sin orden de importancia política, Daniel Flores Ortega, Carlota Yesenia Heredia Ortega, Imelda Meraz Sánchez, Teresa Guerrero, Leonor Alcaraz Manzo, Inés Rosales Quintero, Juan Carlos Decena Méndez, Roberto Navarro López, Juan Cárdenas Galván, María de Jesús Rodríguez, Marco Antonio Chavira, Elma Luxiola Jiménez Zamora, Gonzalo Juárez Hernández entre otros, poco a poco se visualizará quienes realmente crecen, se debilitan o simplemente no participan.

ATINADO NOMBRAMIENTO PROVISIONAL DE LOZANO EN SEGURIDAD

Al margen de saber quien tuvo la culpa política en las áreas de seguridad sobre las muertes de la ex diputada local y los siete policías, designaron con acuerdo del gabinete estatal de seguridad pública al Subsecretario Operativo, Armando Lozano Coronel, quien es persona experimentada y quien sabrá esperar la decisión del nuevo nombramiento que -si se da porque Nacho está ya por salir- ojalá sea un colimense.

Porque designar de un día otra a un nuevo Secretario de Seguridad Pública no es tan sencillo como parece, pues  tiene que tener ciertos requisitos de disciplina y un perfil adecuado con carrera policial, empezando por pasar el famoso examen de confianza, que lo aplican en la ciudad de México en las áreas de seguridad. 

EL GOLPE POLÍTICO FEDERAL AL GOBERNADOR

El aparato político federal saco la cabeza para crear un gran alboroto político nacional y estatal de declaraciones públicas aprovechando la muerte de la ex diputada local y la muerte de los 7 policías arremetiendo fuerte contra el gobernador Ignacio Peralta, acusándolo directamente del problema, le pegó a la cabeza, se vio claramente que están muy enojados todos por la reunión efectuada en Comala que acordaron con Nacho los 7 gobernadores del país para organizar su plan logístico sobre el Covid 19, mandaron señales claras federales y del Congreso de que ya lo traen en la mira, pintaron su raya, pues desde esa famosa reunión de gobernadores allí mismo mandaron gente a protestar.

Movieron el avispero político nacional y local, directo contra la cabeza del gobernador, para desgastar también al PRI, se ve que lo quieren rematar porque está casi muerto y porque la sucesión del 2021 ya está aquí, pero si analizamos los francotiradores sacaron la cara como si fuera un complot político, porque participó desde el presidente del país, Manuel López Obrador, la Secretaria de Gobernación, Olga Cordero y su Subsecretario, Ricardo Peralta, así como el Senado representado en Colima y el Congreso Local, en resumen se hizo un complot político en grande contra el gobernador.

LA GRILLA FEDERAL SIN FUNDAMENTO

Si analizáramos cada golpe político dado la mayoría no tiene fundamento, pero basta valorar la del Subsecretario de Gobernación, Ricardo Peralta quien dijo que ve a Colima inestable por el secuestro y muerte de la ex diputada, así como por el asesinato de los 7 policías estatales, arremete fuerte contra el gobernador Ignacio Peralta, quien dice que no hay respuesta en Colima en tema de la seguridad, y para rematar dice que  la responsabilidad de la seguridad pública es del gobierno estatal, entre otras cosas, le pega hasta con la cubeta al gobernador, como si los ciudadanos fuéramos ignorantes, que los tres niveles de gobierno son igualmente de responsables conforme a la Constitución y que inclusive los delitos de la delincuencia organizada compete más bien al orden federal, y no a los estados y menos a los municipios, la mayoría de la población lo sabemos.

La ley federal de la delincuencia organizada mediante decreto desde 1966 obliga a la Fiscalía General de la República en hacerse cargo de la investigación, persecución y arresto de las organizaciones criminales, los estados ni los municipios son responsables en esta materia, en todo caso sería la Fiscalía General de la República que tiene oficinas aquí en Colima los responsables y dependen del gobierno federal, pero la realidad no sabemos si existen todavía, tampoco vemos a la famosa Guardia Nacional, esta es la pura realidad.

El gobierno federal debería reencausar su política en seguridad pública nacional y social más definida, de nada sirve culparse unos a los otros, pudo no existir tampoco coordinación con Jalisco, pero los verdaderos culpables son los miembros de esa organización criminal, que tienen controlado esa región y que la  falta de coordinación de los tres niveles lo permite, pues si se tratara de cuestionar a cada nivel, los tres traen problemas y graves fallas, pues basta recordar la masacre de la familia Le Baron el 4 de noviembre de 2019, allí perdieron la vida 9 personas, 3 mujeres adultas y 6 menores de edad, y curiosamente allí no hicieron tanto escándalo nuestras autoridades federales.

Si recordamos fue Donald Tump quien condenó esa matanza en su cuenta de twitter y pidió a México permitir venir al país con sus fuerzas militares para detener ese cártel, pero el gobierno federal se comprometió que él podía con la Guardia Nacional, pero los problemas siguen en Colima y en todo el país, y no vemos a esa Guardia Nacional aquí en Colima, luego entonces no se vale que grillen con la seguridad pública. Y que quede muy claro, yo voté por Obrador deseando el cambio del gobierno federal y todavía no me arrepiento, pero ya me preocupa porque los funcionarios federales no practican los mandamientos de ética, de no mentir, no robar y no traicionar, en síntesis la seguridad es tarea de los tres niveles y de todos los ciudadanos.