Leyes educativas, resultado de investigación, análisis y consenso

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La Panga

Por: Mayahuel Hurtado Ortiz

Es preocupante el nivel de desinformación que puede generarse en las redes sociales al avalar y aplaudir acciones y decisiones que no incluyen el consenso de todos, más si nos referimos a temas como la educación, salud y seguridad.

A todo mundo nos queda claro que las modificaciones, adecuaciones o leyes nuevas, toman como referencia otros documentos, incluso implementar modelos que sirvan para nutrir el proyecto que se elabora, pero jamás, bajo ninguna circunstancia, se deben omitir elementos que diferencian a una región de otra.

Si nos centramos en el tema educativo, las propuestas de cada entidad obedecen a necesidades específicas; de ahí la importancia de que se realice un trabajo colegiado que reúna a todos y cada uno de los sectores involucrados, donde la investigación permitirá tomar como referencia documentos que sirvan para realizar la armonización de las leyes Secundarias de Educación, pero apegadas a nuestra realidad, que es Colima.

Nadie puede pasar por alto el hecho de que México es un país rico en diversidad cultural y natural, lo mismo en sus actividades económicas, contextos sociales, económicos y políticos, así como el marco cultural es totalmente distinto de una entidad a otra.

Es delicado tomar documentos sin un análisis de todos los factores que intervienen en dicha armonización, se trata de cambios que benefician o afectan en diversos sentidos a todos quienes participan en la educación.

Las leyes secundarias deben ser detenidamente analizadas no sólo por quien las propone, sino por un grupo de expertos en el tema, autoridades educativas y aquellas que se relacionen con el ámbito educativo, porque el destinatario final más importante siempre será el alumnado y lo que se pretende de ellos al egresar de un nivel educativo a otro, es contar con todo lo necesario para que cada logro propuesto se convierta en una realidad en las aulas y para que esto se dé, necesitamos considerar a quienes realizan esa labor y todos quienes participan de forma directa e indirecta en el quehacer educativo.

Es decir, el resultado de ese trabajo es un consenso, nunca un tema lineal de carácter individual, ni tampoco que obedezca a una ideología política determinada.

La educación es un derecho humano y constitucional, por lo que cualquier modificación deberá ser bien analizada, así como una garantía de un estudio serio y detallado de las realidades, diversidades y necesidades en la entidad.

Pero vamos conociendo un comparativo simple entre los estados de Morelos y Colima, para que podamos tener datos y una panorámica tangible de por qué no pueden tomarse documentos y pretender que podrán llevarse a cabo y obtener los mismos resultados:

1.- Morelos está ubicado en la región centro-sur, tiene una extensión de 4,893 km² y cuenta con un millón 904 habitantes (Inegi 2015); Colima está ubicado en la región oeste, en el océano Pacífico, extensión territorial de 5,627 km² y 711 mil 235 habitantes (Inegi 2015).

2.- El clima de Morelos es húmedo y semicálido, esos contrastes crean paisajes de pastizal de alta montaña y nieves perpetuas en el volcán Popocatépetl en el norte, hasta la selva baja caducifolia en el sur; en Colima, en el norte del estado el clima es cálido subhúmedo, mientras que en las sierras se presenta un clima semicálido subhúmedo y las llanuras de Tecomán tienen un clima cálido semiseco, así como en Armería y Manzanillo cálido y húmedo; considerando que el estado tiene volcán y en temporada de huracanes, hay afectaciones cada año.

3.- Morelos tiene actividades económicas tales como: contribución de los servicios comunales, personales y sociales; industria manufacturera, comercio, restaurantes, hoteles y servicios financieros y seguros; mientras que Colima las actividades de la cadena logística, turismo, pesca, agricultura, silvicultura, entre otras.

4.- El presupuesto económico de Morelos es muy superior al de Colima, sin considerar que nuestra entidad cada año se ve afectado por desastres naturales.

5.- En número de escuelas, infraestructura educativa, docentes, contextos social, económico, cultural, familiar y nivel educativo es abismalmente diferente entre Colima y Morelos.

En pocas palabras, amable lector, lectora, adecuar una ley de educación para una entidad debe considerar un sin número de elementos para que sea viable; no se trata de copiar un modelo que nos pareció bueno o funcional, porque de ser así el modelo que me gustaría tener en mi país sería el finlandés o canadiense, pero aunque tenga esa añoranza, debo poner los pies en la tierra y hacer un análisis serio sobre la situación del país y sus sistema educativo, entonces sabré que no es viable.

Por eso me parece muy importante el proyecto presentado por la diputada Rosalva Farías, que indistintamente su partido es lo más viable y debemos considerar que el diputado César Farías Ramos, coordinador de la bancada del PT en el Congreso del Estado, exigió a la diputada Ana Karen Hernández, su compañera de fracción, que se disculpara públicamente por haber presentado como propia la ley de educación del estado de Morelos al legislativo local. 

No es una cuestión de partidos, se trata del documento más importante para la educación en nuestra entidad, y eso, amable lector, lectora, se debe tomar en serio, las leyes educativas en una entidad deben ser resultado de investigación, análisis y consenso.