LASTRES DE LA EDUCACIÓN

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AL DESNUDO

Por: Edgar Rodríguez

La gobernadora electa, Indira Vizcaíno Silva, tiene la gran oportunidad que le confirió el pueblo de Colima para erradicar de la geografía colimote toda aquella herencia maldita que según su propio dicho, la chiquimafia le ha dejado al estado en 80 años de priismo.

Una vez que tome posesión el 1 de noviembre de 2021, la ganadora de la elección para gobernador el pasado 6 de junio, deberá cumplir con los reclamos sociales, entre ellos el de la educación que ha servido de mina de oro para muchos políticos atraídos por la oportunidad de manipular la abultada nómina a discreción sin descartar las plazas para acomodar familiares y amigos.

Salvo el actual Secretario de Educación, Jaime Flores Merlo, que viene trabajando con su mejor esfuerzo para reencausar la educación, mucho es el cochinero heredado por sus antecesores los ex secretarios de educación los hermanos Rangel Lozano, el Gato Carlos Cruz y el más reciente con Oscar Hernández Rosas.

Por lo que respecta a los actuales dirigentes y exdirigentes sindicales de las secciones magisteriales sexta y 39 muy lejos están, aunque lo pretendan, en convertirse en los inquisidores contra las administraciones priistas que por muchos años ellos mismos impulsaron y solaparon. Aunque se vistan y se hayan aprendido memoria toda la cartilla moral del presidente López Obrador, eso nos los exime de ser parte del gran desfalco educativo que ha tenido Colima.

Un ejemplo muy claro es el exdirigente sindical, exdiputado federal y ex promotor del priismo en Colima, Javier Pinto, quien por sus 4 mil 300 votos obtenidos en las urnas el pasado 6 de junio bajo las siglas de Nueva Alianza, se siente con todo el derecho de exigir a la Gobernadora Electa le nombre Secretario de Educación.

Con tan fina persona, Indira Vizcaino tendrá que pensar en mejores opciones para elevar la calidad de la educación y descartar de antemano cualquier chantaje de Javier Pinto por el voto que representa en el Congreso local donde tiene una curul que, por cierto, está en duda debido a una irregularidad en la obtención de la misma, motivo por el que los magistrados del Tribunal Electoral del Estado analizan bajo criterios de la Suprema Corte donde un partido no en coalición, no puede sobre pasar el 25% en la distribución de candidaturas.

Pero con suerte la gobernadora electa podría librarse de Javier Pinto si los magistrados del TEE asumen los criterios que ya ha establecido la Suprema Corte de Justicia de la Nación en casos como este; además podría deshacerse de otro lastre, el dueño de las franquicia del PT en el estado el senador Joel Padilla Peña propietario también de la franquicia CENDI S.A. de C.V. que funciona con recursos públicos y las ganancias son utilizadas por la familia del legislador a través de su esposa Evangelina Bustamante, quien será diputada local por el PT por el principio de mayoría proporcional.

Se dice que…

* La diputada petista Evangelina Bustamante, puesta y dispuesta está vender su amor a la gobernadora electa Indira Vizcaino y su voto en sintonía con la fracción de Morena, a cambio de recibir otros seis años los derechos de la franquicia de los CENDIS S.A. de C.V.

*La votación obtenida por el PT el pasado 6 de junio en las urnas fue de 9 mil 876 sufragios, la más baja de todos los partidos que estarían representados en el Congreso Local.  Bajo esta lógica si la Gobernadora Electa asume como sus aliados a los diputados del Partido Verde Ecologista de México, PES, Fuerza por México y MC no ocuparía de los dos lastres seudo representantes de la educación en Colima Nueva Alianza y PT.