LAS REDES SOCIALES Y LA DISTORSIÓN DE LA REALIDAD

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AL DESNUDO

Por: Édgar Rodríguez H.

En materia de comunicación social las redes sociales han perdido mucho de su esencia original como herramienta para facilitar el intercambio de ideas entre los individuos y han dejado de ser la premisa indispensable para el desarrollo democrático. Hoy se mueven en sentido inverso, sobre todo en el terreno político en donde son utilizadas como instrumento de guerra para enlodar a contrincantes políticos, entre los que se incluyen presidentes, gobernadores, alcaldes, funcionarios públicos e incluso a las instituciones.

No hay un solo día en el que no se experimente una situación de confrontación a través de las redes sociales, principalmente Facebook o Twitter, en donde se registran infinidad de noticias falsas (fake news), las verdaderas se distorsionan, carecen de veracidad y por el contrario abundan en mezquindad que contribuye a la generación de una profunda crisis de credibilidad social.

En el terreno de lo político e incluso en lo social, las redes sociales se han convertido en un arma mortal. El que se pueda generar con facilidad un perfil público, que puede ser falso o verdadero, da pie para generar y emitir información maliciosa, quienes las utilizan, han sabido sacar provecho para hacer críticas y burlas a quienes no son de su agrado.

Hoy en día, precisamente por eso, los usuarios de las redes sociales deben estar alertas en el entendido de que no toda la información que se vierte goza de una legitimidad preestablecida. Los procesos electorales pasados, son una clara muestra de cómo las redes sociales se convirtieron en una herramienta para hacer campaña y ganar la contienda.

Actualmente, no hay duda que las noticias falsas diseminadas a través de las redes sociales se han convertido en uno de los principales problemas de la actualidad y hoy en día ya no sólo se limitan a la intensión de afectar campañas políticas, fuera de ellas, también son utilizadas para dañar la vida íntima de las personas y la imagen de compañías y personalidades públicas.

Personajes que gustan del protagonismo y se asumen como defensores de la ciudadanía e incluso como periodistas, retoman noticias o sucesos para difundir noticias falsas que afectan, en última instancia, al ejercicio de la libertad y a democracia, por ello es importante no compartir información proveniente de actores poco o nada confiables o plataforma sin antes corroborar, a través de medios con credibilidad probada, que sea cierto.  De ahí que sea tan importante propiciar el consumo responsable y crítico de lo que se lee.

La libertad de expresión no debe confundirse con el libertinaje de las ideas mediante las redes sociales con el propósito de manipular o desinformar a quien se deje. En Colima abundan personajes que gustan de tergiversar la información, de ahí el desafío para quien la consume y cree todo lo que le presentan a través de la web sin confirmarlo.

De acuerdo con el periodista del diario español el País, Guillermo Altares, la verdad es víctima recurrente en cualquier sociedad organizada, porque la mentira política es un arte tan viejo como la civilización. La verdad es un concepto escurridizo en metafísica y cambiante en ciencia —un nuevo descubrimiento puede anular lo que se daba, por cierto—, pero en el día a día el asunto es muy diferente: hay cosas que han ocurrido y otras que no; pero los hechos, reales o inventados, influyen en nuestra percepción y opinión.

Se dice que…

*En Colima, como en muchos otros lugares, hay personajes muy bien identificados que gustan de atacar a gobernantes y funcionarios mezclando la verdad y la mentira para tratar de influir en sus seguidores, en una época en que los medios de comunicación e información se ven amenazados por doquier, 

*Las redes sociales vuelven a poner en el candelero la eterna batalla periodística entre los hechos objetivos y las noticias falsas.