La miserable Argentina

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*Jugar al límite de la aburrición y hacer solo lo primariamente necesario para ganar un partido de manera inmerecida, ponen a Argentina como el único equipo clasificado hasta ahora a los Octavos de Final que no luce como poderoso e imbatible.

Gerardo Velázquez de León

Jugar al límite de la aburrición y hacer solo lo primariamente necesario para ganar un partido -por cierto- de manera inmerecida, ponen a Argentina como el único equipo clasificado hasta ahora a los Octavos de Final que no luce como poderoso e imbatible, aún teniendo a Lionel Messi, aún contando con futbolistas valorados como de los más caros del planeta.

La arrogancia que se maneja en este equipo es abrumadora para un público entregado, que aún viviendo la crisis económica actual viajan en cientos de miles para apoyar, para gritar y para entusiasmar al mundo, sin duda son mucho mejores sus seguidores que los fríos, calculadores y esquematizados sistemas de Alejandro Sabella, que echa a la basura el talento, creatividad, fuerza y determinación de un plantel estupendamente bien valorado en el mundo pero cuando llegan a la selección son jugadores comunes y corrientes, incluyendo a Messi.

Pero no todos los aficionados argentinos son ejemplares. Fue en ese país donde nació y se cultivo el cáncer del futbol, las barras bravas y precisamente 19 de estos desadaptados sociales fueron detenidos por la policía brasileña al ingresar ilegalmente al estadio Mineirão de Belo Horizonte, de los cuales 6 son de los hombres más buscados por la policía argentina, fueron deportados de inmediato.

Muy lejano está Argentina de lo que puede ser Argentina. Esta en octavos de final porque con solo gotas les alcanzó para ganar dos partidos, miserable nivel competitivo que es duramente calificado por los propios aficionados argentinos que en encuesta formulada por el Diario Olé el 38% afirma que jugaron muy mal, el 30% mal, 23% regular, 7% bien y 2% muy bien, reprobados porque el argentino se siente traicionado y ven como ellos mismos dicen, un equipo “pecho frío”.

Ahora, siempre será mejor encarar fases definitivas llegando con números positivos a clasificar de rebote o con derrotas en la espalda, así que dentro de todos los males de Sabella tendrá tiempo para rectificar el camino, de lo contrario se augura un estrepitoso fracaso. Otra posibilidad es que los jugadores se junten después de la charla táctica y todo lo que les dijo el entrenador lo tiren a la basura y salgan a jugar como ellos saben, con al determinación, enjundia, talento y brillantez que los caracteriza en sus clubes.