LA INFANCIA EN LAS CALLES

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Por: Jaime E. Medina

Hay veces que las calles de las grandes urbes se convierten en hogar, escuelas, familia y círculo social para un gran número de niños y jóvenes que viven en ellas.

Desafortunadamente, hoy en día en cualquier lugar o rincón de nuestra ciudad encontramos a varios niños pidiendo dinero o comida para poder sobrevivir o pasar el día, cargando consigo, un rostro de tristeza y suciedad, ropa casi convertidas en jergas por lo desgastada y cochambrosa que se encuentran, pies descalzos o zapatos consumidos ya transformados en migajas de calzado que para lo único que sirven es para el desecho. Así es la vida y el rostro realista de miles de niños que viven en la calle que por causas distintas son empujados a tener una vida de miseria. Esas causas son acompañadas de diferentes problemáticas como pobreza, abuso sexual, físico y emocional, rechazo familiar, problemas emocionales, orientaciones sexuales, violencia, entre otras.

 

Apegados a los datos de la Escuela Nacional de Trabajo Social, 04 de cada diez niños que viven en la calle en México caen en manos de la delincuencia organizada o de las adicciones, agregando también, el sinnúmero de enfermedades y violencia que son expuestos, reduciendo así su esperanza de vida de 22 a 25 años.

La UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) nos da a conocer que en el mundo existen alrededor de 100 millones de niños y niñas abandonados de entre 12 y 14 años, donde 40 millones pertenecen a América Latina.   Es ahí, donde los derechos a la salud, al hogar, a la educación, a tener una buena alimentación, al esparcimiento, etc., queda solamente plasmados en papel y no son aplicados a todo el número de infantes abandonados y olvidados por sus familias, por la sociedad y los gobiernos.

  

Hablar de la comunidad indígenas es hablar también de infantes afectados por las condiciones de vida que están pasando a causa de la falta de oportunidades o estabilidad económica, llevándolos a migrar a las grandes ciudades a conseguir nuevas oportunidades de vida, pero muchos de ellos quedan en las calles pidiendo dinero a expensas de la suerte que pudieran encontrar, muchas veces, sin éxito de superación.

El INEGI menciona que más de 3 millones de niños y adolescentes de entre 05 a 17 años de edad se encuentran en esta situación, pero el Sistema Integral de Protección a Niños, Niñas y Adolescentes (SIPINNA) no acredita esos datos debido a que el censo realizado por el INEGI es por vivienda particular y se ocupa otro estudio más eficiente para poder descubrir en realidad el número determinado.

Muchos son los programas u organizaciones que se han implementado para reducir o mejorar las condiciones de vida de todo este grupo de personas. Desafortunadamente, esta problemática social ha prevalecido desde mucho tiempo atrás en México y en todo el mundo. Hasta el momento la desigualdad, la pobreza y la falta de oportunidades siguen siendo las patologías sociales que difícilmente se han podido erradicar, debido a que cada una de ellas trae consigo una gran variedad de estados de convivencias hostiles entre las familias donde el principal perjudicado es la niñez.

*Las opiniones expresadas en este texto de opinión, son responsabilidad exclusiva del autor y no son atribuibles CN COLIMANOTICIAS.