*El catedrático de la Universidad de Sevilla impartió la conferencia “Aplicaciones contemporáneas de la Filosofía: de la filosofía en la cárcel a la filosofía con niños”.
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Colima.- “Una de las aplicaciones de la Filosofía consiste en hacer conscientes a las personas de su realidad; no somos psicólogos, no trabajamos con estructuras psico-conductuales sino con contenidos”, explicó el académico de la Universidad de Sevilla, España, José Barrientos Rastrojo durante la conferencia “Aplicaciones contemporáneas de la Filosofía: de la filosofía en la cárcel a la filosofía con niños”, dirigida a estudiantes de Filosofía, Derecho y Pedagogía de la Universidad de Colima.
Durante su ponencia, que dictó en el auditorio de Humanidades del campus Villa de Álvarez, este profesor dijo a los estudiantes que, si bien la Filosofía es un constante análisis de la vida a través de posturas y comprensión de la realidad, también puede emplearse para que las personas resuelvan sus problemas, “pero no mediante consejos, sino a través de preguntas para que se cuestionen su propia existencia y tomen su propia solución”.
“Como filósofos –dijo– no contestamos las preguntas, sólo cuestionamos; si en un momento determinado las personas no quieren aceptar su condición o situación, tienen que ser conscientes de por qué no y finalmente tomarse la vida con filosofía; decir: ‘tengo un problema, acepto la situación y acepto solucionarlo, pero no me afecta tanto como para amargarme la vida, porque tengo una serie de resortes que me ayudan a vivir mi dificultad de una forma mucho más tranquila, calmada’”.
Insistió en que a veces se sitúa a la Filosofía como una labor elevada, pero “la Filosofía también es empatía, es comprender al otro y que te ayude a vivir también”. Por ejemplo, en un momento de duelo puede ayudar la Filosofía aplicada, “no como un psicólogo, sino desde conceptos como la muerte, la nada o el proyecto de vida; es decir, que la persona articule por sí misma sus conceptos, que deje salir su angustia. Yo no le voy a decir cómo, sino que él mismo tiene que reflexionar su problema y resolverlo”.
En cambio, dijo, el psicólogo ayuda a superar el problema en cuatro fases: desde la negación hasta la aceptación; “como filósofo no he estudiado eso, no entro ahí, de tal forma que yo no trabajaría directamente con esas fases sino con el contenido filosófico”.
Además, compartió proyectos como Filosofía para niños, Filosofía en la cárcel, café filosófico y banquete de Filosofía, en los cuales se plantean problemas a quienes asisten y se provoca que ellos mismos sean quienes propongan la solución; éstos, dijo, son algunos ejemplos de varias actividades donde la Filosofía aplicada puede intervenir.
Sin duda, finalizó, “hay espacios de trabajo para los estudiantes de Filosofía, pues esta materia nos ayuda a profundizar en varios aspectos y a no seguir patrones establecidos, porque para lo que algunos está bien para otros está mal; entonces, se tiene que trabajar desde varias posturas, sobre todo en la educación”.