La deserción escolar

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Por: Manuel Olvera Sánchez

Con la puesta en marcha de la Reforma Educativa orientada a mejorar la calidad de la enseñanza en nuestro país, vale la pena observar y tomar medidas sustantivas para tal fin, tales como combatir la deserción escolar; pues ésta incide en que buen número de alumnos carezcan de la oportunidad de contar con la preparación requerida para su bienestar y aportación al progreso de su comunidad y país.

Ante lo anterior es preciso decir, que si bien es cierto que los estándares de matriculación en el nivel primaria son altos en cada ciclo escolar,  se ha concluido que en muchos de los casos la deserción se presenta debido a la escasa aportación de recursos que se destinan para becar estudiantes, ya que ante la falta de ingresos económicos en las familias, los alumnos tienen que integrarse al sector laboral y aportar al sustento de la familia.

Derivado de los últimos estudios realizados sobre el caso, se ha observado que por cada niño inscrito solo el 66 % concluye sus estudios a nivel primaria, en tanto   el 17% concluye una carrera universitaria.

Por lo anterior considero que resulta importante actuar sobre el tema,  ya que las estadísticas nos marcan que debido al poco apoyo que se da para que estudiantes de escasos recursos continúen con sus estudios han propiciado que  México ocupe el lugar 55 en acceso a la educación a nivel mundial, en lo concerniente a alumnos entre 15 y 18 años.

El problema se agudiza a raíz de lo publicado en el documento “Panorama para la Educación en el 2013 “ que emitió  la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, en el cual sitúa a México en el primer lugar de desertores escolares en las edades antes mencionadas..

En ese contexto se señala que en gran medida la deserción obedece a una serie de factores como lo son las condiciones socioeconómicas, laborales, y de valoración de la educación por parte de las familias.

Si bien es cierto que en la familia radica el que el alumno continúe o no estudiando, es importante resaltar que el Gobierno no es ajeno a que la deserción hoy en día alcance estadísticas importantes. Una de las causas más evidentes es que a partir del año 2007 los criterios para la asignación de recursos a los Estados cambio su fórmula; pues hoy en día aplica los criterios de matriculación que representara un 50 %; para el rezago educativo 20%; la inversión estatal de un 20% y un 10% para los alcances logrados en la calidad de la enseñanza.

Derivado de esta reforma observamos, que dentro de los criterios nunca se contemplan recursos que para atacar la deserción escolar, apoyos que si fueran etiquetados y fiscalizados, contribuirían en mucho para combatir este problema.

Respecto a la deserción escolar, si bien es cierto que hoy en día no existe una  definición en la cual los especialistas en el tema coincidan a cabalidad, si podemos decir que a grandes rasgos es el abandono temporal o permanente de la escuela, y que en muchas ocasiones obedece a factores de tipo social, económico, académico e institucional.

Una de las múltiples calificaciones que se realizan  a nivel mundial con relación a que están haciendo los países para atacar este fenómeno que hoy en día está creciendo en forma desmedida, y que alarmó al Estado mexicano, fue el reciente informe sobre la deserción escolar en la edad de 15  a 18 años presentado por  la directora del gabinete de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, Gabriela Ramos.

Al respecto, existen dos factores que son determinantes para que la deserción este creciendo fuera de lo presupuestado por el Gobierno Federal, la familia y el factor económico.

En lo referente a la familia existe la falta de visión  real de valoración con lo que a la educación se refiere, y por parte del Gobierno el que cada día las necesidades sociales son mayores y los recursos económicos más limitados.

Una estadística alarmante que se hace mención en dicho documento señala que  mientras  en México la recaudación fiscal bruta es del 18 por ciento y que restándole la renta petrolera resulta una recaudación real del 11 por ciento, mientras que el promedio de las naciones de la OCDE es del 34 por ciento.

Con relación al párrafo anterior es muy importante resaltar que si bien es cierto en el año 2013 se llevaron a cabo dos de las reformas estructurales más importantes para el Gobierno Federal, la fiscal y la energética, es la fiscal donde se deben de fincar las mayores expectativas de crecimiento.

Pero Usted se preguntará, ¿y porque la energética no?, la razón obedece a experiencias en otros países como la de Singapur que sin contar  con recursos naturales y de ser un país tan pobre y tercermundista en el pasado reciente, hoy en día es un país de primer mundo, ello gracias a la importancia que le han dado a la educación.

“La visión que tenías sobre mí, no la defraudare, eso me fortalece aún más, serás ese impulso para lograrlo”.

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