Volvemos a nuestra realidad en el futbol
Por: André Marín
Los futbolistas, entrenadores y dirigentes del futbol mexicano se debaten en los últimos días sobre las causas del fracaso olímpico. Hay quienes piensan que todo es culpa de los directivos de la Federación Mexicana de Futbol. Hay quienes aseguran que los únicos culpables son los jugadores, algunos más señalan a Raúl Gutiérrez y los menos piensan que no fue un fracaso.
El equipo ya regresó y esta selección nunca más estará junta para alguna cita. Se terminó el sueño, se terminaron las ilusiones de defender el oro olímpico y ahora será trabajo de sus respectivos clubes de recuperarlos anímica y futbolísticamente.
Me queda claro que le entregaron buenos productos a la delegación, quizá diamantes que hay que pulir todavía, pero gente con calidad que solamente, a base de carácter y personalidad, podrán recuperar sus carreras y no hundirse luego de lo sucedido en Brasilia.
Momento entonces de volver a nuestra realidad:
Nuestra realidad indica que tenemos una buena liga que solamente se calienta en las últimas jornadas y en las finales.
Nuestra realidad indica que sólo nos alcanza a nivel de clubes para ganar la Concacaf.
Nuestra realidad dice que seguimos lejos de ganar algún día la Copa Libertadores, a pesar de las grandes ocasiones que se han tenido de conseguirla.
Nuestra realidad en la que el futbolista mexicano cada vez tiene menos posibilidades de ser titular en Primera División.
Nuestra realidad donde los extranjeros ya son más que los nacionales en el torneo de Primera División.
Nuestra realidad donde son muy pocos los que apuestan por producir futbolistas jóvenes y apostar por la cantera.
Nuestra realidad donde cada año es más marcada la diferencia entre los ricos y los pobres del futbol mexicano.
Nuestra realidad de estar obligados a clasificar caminando al Mundial de Rusia.
Nuestra realidad de ver que increíblemente se siguen contratando partidos en Estados Unidos para jugar contra Nueva Zelanda y Guatemala.
Nuestra realidad de nunca poder olvidar el 7-0 de Chile.
Y, finalmente, nuestra realidad de creer que somos mejores de lo que realmente somos. Cada día estamos más lejos del futbol de primer mundo.
Viene la jornada del campeonato. Bienvenidos a nuestra realidad.
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