La alternancia en Colima

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Por: Francisco Jesús Pérez Medina.

Finalmente, la transición política sucedió en nuestro Estado. Tuvieron que pasar más de 27 años desde el primer triunfo de la oposición en el Municipio de Coquimatlán, para que fuera posible la alternancia en el orden de gobierno estatal y, más de 21 años, desde que ésta se realizó en el orden federal, en aquél lejano año 2000, en el que fue posible el cambio de partido distinto al hegemónico.

Desde esa fecha, hasta la última elección, ha sucedido la alternancia política en tres distintos partidos en el titular del Ejecutivo Federal: PAN en el 2006, PRI en 2012 y, por último, Morena en el 2018. Es preciso decir que la elección concurrente federal no coincide con la Estatal, siendo ésta la considerada intermedia que, siendo diferenciado el ánimo del ciudadano, ha emitido su voto de manera distinta en lo estatal sobre las condiciones federales. Así, en Colima se prolongó el mismo partido en el poder, aunque al interior de éste, con grupos emanados de distintos grupos políticos.

Fue en 1997, la elección en la que más cerca estuvo de ganar la oposición antes de la alternancia en el orden federal. Para muchos, consideran que fue arrebatado o hubo el trillado fraude electoral, propagando esta versión que nunca fue confirmada en el conteo, mucho menos ante las autoridades del ramo. Incluso, mencionaron que existió una negociación a nivel central para dejarle el poder al partido hegemónico, situación que ha quedado en el vacío de la declaración mediática de la oposición al no presentar las pruebas que lo sostengan.

Para la segunda ocasión desde que ya había habido cambio a nivel nacional, fue en la elección del 2003 en la que el partido en el poder obtuvo el triunfo con un margen significativo en la ordinaria y ampliado el margen de diferencia en la elección extraordinaria. Ante el terrible accidente aéreo en que perdió la vida el gobernador y colaboradores de su gobierno, hubo una nueva elección extraordinaria en el 2005 en la que se mantuvo fiel la preferencia del elector.

La elección del 2009, hubo un sostenimiento del poder público en manos de un grupo distinto al gobernante, pero del mismo partido en el que se mantuvo firme la ciudadanía en favor del proyecto encabezado por el originario de la comunidad de Tinajas. Para la última elección en que se mantuvo en el poder el PRI, en el 2015, fue la más cerrada antes de perder el poder político, al ganarla por escasos 500 votos de diferencia; sin embargo, de nueva cuenta otra elección extraordinaria en el 2016, se amplió el margen del triunfo, reteniendo nuevamente el poder político para un grupo distinto al gobernante anterior.

Como nada es para siempre, las condiciones políticas, el ánimo del ciudadano, la intervención del poder central, las negociaciones con distintos grupos políticos, el fichaje de actores políticos, las promesas inconclusas, la frescura del discurso, la imagen favorable y la exacerbación del elector anhelando la guillotina, fueron acumulando elementos detonantes para alcanzar la alternancia en Colima en la elección del 2021. El deseo de la mayoría que emitió su voto en favor de un partido diferente al hegemónico es, seguramente, por un cambio significativo en las formas de hacer política y de ofrecer distintos resultados favorables para los habitantes de Colima. A quienes lograron la hazaña, desde este espacio, les deseamos el mayor de los éxitos ante el enorme reto que tienen por satisfacer las demandas apremiantes de la ciudadanía y ser, además, los que estrenan por primera ocasión la alternancia en Colima.

Salida

1.- La boda del titular de la UIF le salió bastante más cara de lo que ya había pagado en el extranjero. Una vez renunciado, será sentenciado por su propia afilada guillotina y tendrá que esperar 10 años para incursionar a laborar en el ámbito privado.

2.- Mañana estará el presidente en nuestro Estado con todo y la presencia de su gabinete. Lo que espera el golpeado magisterio estatal y la burocracia, es que anuncie la fecha que concretice la promesa de pagar sus salarios, que bien podría ser sin su presencia, pero es sabido el manejo político que ha prevalecido y el deseo inocultable de obtener réditos por su intervención. Sea como sea, la esperanza es que ayude a destrabar al elefante reumático que impide hacer realidad su palabra empeñada.

3.- Un fin de semana de antología para los aficionados del deporte mexicano: un boxeador inigualable que noquea y obtiene un título más en su carrera, un corredor de fórmula 1 con podio incluido en la sede en la Ciudad de México y una voltereta del equipo universitario que será recordada por décadas. Enhorabuena a los aficionados y a los deportistas mexicanos.