JUGANDO A LA DEMOCRACIA

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AL DESNUDO

Por: Édgar Rodríguez H.

Lo barato sale caro y los resultados son dudosos cuando se juega a la democracia sin ningún sustento o base legal como fue la Consulta Ciudadana” para determinar el destino del Nuevo Aeropuerto, con la instalación de 1073 casillas repartidas en 538 municipios del país (Oaxaca tan solo tiene 570), A la fecha no se sabe bien cuál fue el método de su elección de cada una de las localidades y los lugares en donde se colocaron.

Una decisión que ya estaba tomada mucho antes de la consulta para que ganara Santa Lucia, se trató de disfrazar de democrática con un puñado de boletas (poco más de un millón) para que pudieron votar más de 89 millones de ciudadanos con credencial de elector emitida por el Instituto Nacional Electoral (INE).

Lo que ya se sabía se consumó el pasado domingo luego de cuatro días de una consulta patito. Ganó Santa Lucia con 761 mil 774 votos, contra 316 mil 791 de Texcoco, así de simple concluyó lo que el presidente electo Andrés Manuel López Obrador llamó un triunfo de la democracia al llevar a cabo una mini consulta ciudadana que, a todas luces, se presagiaba fraudulenta al no contar con ningún candado para evitar, entre otras cosas, que se votara más de una vez.

Nadie está en contra de las consultas, incluso la sociedad se ha ido apropiando de ellas y los resultados de las mismas han sido avalados, simple y sencillamente porque se han llevado a cabo con base en el Artículo 35 fracción VIII de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Por eso, la realizada durante cuatro días, al no tener ningún sustento legal, carece de toda credibilidad y confianza, simplemente resultó una tomada de pelo.

Aquí no se trata de defender uno u otro proyecto, Texcoco o Santa Lucia, sino de dar cuenta que los temas de gran trascendencia nacional no pueden estar sujetos a consultas de mínimo alcance ciudadano con más saldos negativos que positivos, con gran sabor a demagogia y con tufo a pantomima para justificar una decisión ya tomada.

Tan dudosa resultó la consulta ciudadana de 4 días, que el presidente electo López Obrador tuvo que dar un sinnúmero de justificaciones durante la conferencia de prensa ofrecida el pasado lunes, día en que dejó claro que su decisión era parar Texcoco y la consulta era solo el pretexto para avalar lo que ya estaba más que cocinado.

El poco más de un millón de participantes en la llamada consulta estaba calculado para jugar a la democracia, incluso, el mismo Jesús Ramírez vocero del gobierno electo de México, dijo con anticipación que no serían más de un millón de boletas para decidir el futuro de la obra del Nuevo Aeropuerto Internacional de México que, como ahora ya se sabe, será en Santa Lucia por la decisión de 761 mil 774 personas con precaria información técnica o financiera.

Por eso, las expresiones de los empresarios no se hicieron esperar y coinciden en que la consulta por su forma de organización, no es vinculante y no ofreció garantías de imparcialidad, certeza y objetividad, además de que mostraron su preocupación al considerar que no es posible que se legitimen decisiones de gran trascendencia a través de mecanismos que no son representativos.

Se dice que…

*Colima cuenta con una lista nominal de 532 mil 571 electores, para la consulta del nuevo aeropuerto en la entidad se dispusieron de 9 mil 600 boletas de las cuales sólo se utilizaron 4 mil 856, lo que refleja el bajo grado de representatividad de la llamada consulta ciudadana.

*Son buenas las consultas ciudadanas, lo criticable es que se hagan al vapor, por encima de la legalidad y burlándose de la ciudadanía con el argumento de que entraron a una nueva era de democracia participativa que, por cierto, fue mínima y propensa a la desconfianza en el caso del nuevo aeropuerto.