Por: José Díaz Madrigal
De los 12 obispos que ha tenido la diócesis de Colima, ha sido don José Amador Velasco el que más tiempo ha durado en el encargo. Estuvo por 46 años consecutivos en el puesto. Desde la llegada del primer mitrado en 1883, el jalisciense Francisco Melitón Vargas hasta la fecha, la mitad de ellos han sido originarios del estado vecino, incluyendo al actual obispo don Gerardo Díaz.
Don José Amador Velasco también de Jalisco, por su carácter humilde, trato amable, por su laboriosidad y talento para organizar a sacerdotes y al pueblo; su desempeño se consideró muy eficiente, motivo por lo cual se hizo querer de toda la feligresía. Primero fue rector del seminario, luego vicario general y en agosto de 1903 con 47 años de edad, es Consagrado como el cuarto obispo de Colima, en el entonces casi nuevo templo de La Merced frente al jardín Nuñez.
Durante su largo tiempo al frente de los Católicos de Colima y sur de Jalisco, con prudencia encaró importantes acontecimientos de la historia nacional; tales como La Revolución Mexicana y La Guerra Cristera. En 1915 fue desterrado de la ciudad por el gobernador intolerante y radical, de origen zacatecano -como Monreal- Juan José Ríos.
Después en tiempos de La Cristiada, cuando Calles era el mandamás de México; la persecución contra el pueblo Católico se puso más dura que en La Revolución Mexicana, don José nunca abandonó el territorio de su diócesis; con más de 70 años encima anduvo a salto de mata ocultándose en valles y serranías del rumbo de Ahuijullo Jalisco, eso si, sin dejar ningún día de oficiar La Santa Misa, en escondites que sólo conocían los Cristeros.
Una vez que oficialmente terminó el movimiento Cristero en 1929, regresa a la capital del estado. Con cautela, puesto que el gobierno no dejaba de acosar y desaparecer a antiguos Cristeros, reanudó sus actividades pastorales, poniendo énfasis en la educación de niños y jóvenes.
Basándose en experiencias pasadas, se apoyó en asociaciones como Las Damas Católicas; con las que don José fomenta y consolida la presencia cada vez mayor de la iglesia, en diversos aspectos de la vida social de Colima; enfocándose en familias necesitadas, sobre todo en madres trabajadoras que no podían llevar a sus hijos a la escuela.
Don José murió en 1949, un año después por iniciativa de Las Damas de la Acción Católica y, en reconocimiento de quien en vida se preocupó por la educación de la niñez, se fundó la escuela “Guardería Infantil José Amador Velasco”. Ésta escuela está cumpliendo 74 años. Desde hace 65 años, se encuentra en el mismo lugar de la calle Constitución 230; gracias a la donación de esas instalaciones que hizo una integrante de Acción Católica, doña Trini Fuentes.
En la Actualidad la guardería que es una I.A.P. tiene servicio de preescolar y primaria, atendiendo a partir de las 7 de la mañana hasta las 4 de la tarde, obviamente por ese horario se ofrecen los alimentos. Su cometido es el mismo por el que se preocupó don José, atender los hijos de madres trabajadoras de escasos recursos, brindando una formación de calidad, respeto y de valores éticos.
Un articulista que fue dueño de un conocido periódico de Colima, que le tocó vivir en la época de don José, refiere de él: Era un obispo queridisimo por sus fieles, puesto que defendía con mucha claridad sin vueltas de hoja los derechos de obreros y campesinos, pero que al mismo tiempo les hacia comprender sus deberes. Por otro lado reconocía los derechos del patrón, sin que ingnoraran el de los trabajadores y que se respetaran.
Fueron muchas las obras en su largo periodo de obispo, bien sea que mandó hacer, que inició o que se mejoraron; entre otros los bonitos templos de Tonaya, Apulco, el de Villa de Álvarez, el de San José aquí en Colima, el Hospicio y el de La Merced. Así pues, Las Damas de la Acción Católica de mitad del siglo pasado, no tuvieron ninguna duda de como querían llamar a la escuelita recién inaugurada: “Guardería Infantil José Amador Velasco”