LA AUTOPSIA
Por: André Marín
Cruz Azul ha dejado de pensar, desde el pasado sábado, en la liguilla. Ya no importa si llegan a los seis torneos consecutivos sin pasar a la fase final, hay que pensar en mantener la categoría.
Es tan dramática la situación, que hoy el objetivo es seguir siendo equipo de Primera División.
Contrataron a uno de los mejores directores deportivos que hay en el país, como Eduardo de la Torre.
Contrataron a un técnico europeo que venía con ideas nuevas.
Contrataron a futbolistas de cartel que les costaron una fortuna.
Depuraron la plantilla y se quitaron de encima a los grillos irresponsables.
Y ahora resulta que el partido del sábado contra Jaguares es uno de los más importantes en la historia de la franquicia, porque, en caso de perder, los chiapanecos los rebasarían en la tabla porcentual.
Y resulta que Sergio Bueno quiere cobrar venganza por lo que vivió en el equipo azul.
Honestamente, Cruz Azul no ha jugado tan mal como para ser penúltimo de la tabla general. Pero los discursos de Jémez y los jugadores ya cansaron.
En el futbol lo importante es ganar y ellos no lo están haciendo.
Me imagino la cara la Guillermo Álvarez al ver lo que está pasando, no ha de dormir sólo de pensar que ya los ronda el descenso.
Y pasan los años y siguen pasando y cada vez es peor.
Y sería gravísimo que pasara por su mente que a ellos no les va a pasar. Que ellos no van a sufrir un descenso. Claro que les puede pasar.
Cruz Azul tiene seis puntos de 24 posibles, es dramática su temporada, es inexplicable lo que pasa con este equipo, que cada torneo le entrega armas a los entrenadores y siempre está a la caza de lo mejor que hay en el mercado.
El del sábado, para Jémez, De la Torre, Álvarez y los jugadores, es ahora o nunca.
Es un partido que puede marcar para siempre al equipo.
Ya no les pidan jugar bien ni tener más tiempo la pelota ni nada. Pidan que ganen tres puntos como sea para dejar de ser el ridículo nacional.
Muchos clubes grandes se fueron y siguen sin entender qué les pasó. Hoy Cruz Azul debe jugar con un cuchillo entre los dientes y tener un rosario en la mano para evitar lo más penoso.
Jémez: es ahora o nunca.
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