Por: Jorge García Rendón
El Estado de Guerrero ha sido cuna de grandes hombres revolucionarios y la historia de nuestro país no se explica sin las luchas sociales, que se han desarrollado a lo largo de más de 200 años.
Con su pasado y presente pluri étnico y cultural está hoy inmerso en las garras de la violencia y la inseguridad; la zozobra que viven los pobladores de las comunidades rurales y desde luego, que también en zona urbana, no es nueva.
El atraso social, educativo, industrial y hasta financiero de los guerrerenses se debe a una serie de factores empezando por el abandono en el que el Gobierno Federal desde hace varios sexenios no invierten en infraestructura de salud, educativa y cultural, fuera del área turística de Acapulco.
Aunado al desentendimiento de seguridad por parte de las autoridades locales y nacionales, las cosas se siguen resolviendo con la ley del más fuerte y en esas tierras los caciques han hecho de ese paradisiaco Estado su edén.
Con guardias blancas a su servicio han impuesto su ley, aunque la sociedad civil organizada ha querido poner fin a ello, recordemos la década de los 70”s, con los profesores Genaro Vázquez Rojas y Lucio Cabañas Barrientos, precisamente normalistas egresados de la escuela de Ayotzinapa que hoy está en el centro del huracán.
Con la represión policiaca de estudiantes por parte de agentes de Iguala y la desaparición forzada de 43 alumnos de la Normal Rural de Ayotzinapa y la desaparición pero voluntaria del alcalde de Iguala y su esposa, no solo el Gobierno de ese Estado, sino también el Federal ha quedado muy mal parado a nivel nacional e internacional, máxime que el pasado fin de semana fue baleado otro vehículo donde viajaban estudiantes del Tecnológico de Monterrey y herido un joven de origen alemán.
Los premios recibidos en Nueva York y otras partes del mundo al presidente Enrique Peña Nieto y a algunos funcionarios de su gabinete, no ajustarán para cubrir las heridas de los hechos de Guerrero.
La desaparición de los poderes en ese Estado, se debe dar a voz de YA, sea del partido que fuera el Gobierno Estatal, esas circunstancias no se deben permitir en ningún caso, Ángel Aguirre es corresponsable de los hechos violentos y los únicos caminos que tiene son: la calle o la cárcel.