De entrada, este método será implementado en los 150 municipios con los más altos índices delincuenciales, para después extenderlo a todo el país, con lo que se dirá adiós al esquema de parejas que por décadas prevaleció.
Esta es una de las variantes que presenta el documento “Recursos municipales 2008” elaborado por la SSPf, donde se da cuenta del reparto de recursos extraordinario por el orden de los 3 mil 600 millones de pesos a 150 municipios con mayor índice delictivo, entre los que destacan el Estado de México y 15 delegaciones del Distrito Federal.
En este nuevo esquema, basado en experiencias en otros países e incluso en corporaciones locales, estarán incluidas unidades modelo o élite de los municipios impactados por la delincuencia, ya que se piensa que una célula policíaca de tres elementos es más efectiva que un binomio.
Por lo que estas células serán dotadas de tres armas cortas, un arma larga, tres candados de mano, tres lámparas sordas, seis uniformes, seis pares de calzado, seis kit de insignias y divisas, tres fornituras, seis gorras, tres chalecos balísticos, tres toletes, un radio transreceptor portátil y tres kits de accesorios. A los elementos se les dotará de equipamiento vehicular, como camionetas tipo Pick Up, automóviles tipo Sedán y motocicletas, todas ellas rotuladas.
Este modelo será implementado en dos municipios de Aguascalientes, dos en Campeche, cuatro en Chiapas, cinco en Coahuila y Chihuahua, tres en Colima, 15 en el Distrito Federal, dos en Durango y 18 en el Estado de México.
De igual forma, cinco en Guanajuato, cuatro en Guerrero, dos en Hidalgo, siete en Jalisco, seis en Michoacán, tres en Morelos, dos en Nayarit, seis en Nuevo León, dos en Oaxaca, Puebla, y Querétaro, tres en Quintana Roo y San Luis Potosí, cinco en Sinaloa, seis en Sonora, cinco en Tabasco, nueve en Tamaulipas, dos en Tlaxcala, 10 en Veracruz, y dos en Yucatán y Zacatecas.
De igual forma, se planea modernizar la infraestructura de seguridad pública en los estados.
El documento señala que esta transformación institucional deberá reflejarse en los salarios de los policías, por lo que habrá que prever tabuladores para los distintos grados, diferenciados por complejidad, riesgo y especialidad de la función, así como separar los tabuladores administrativos de los de carrera.
En este último punto, agrega que el servicio de carrera privilegiará, a través de un sistema de puntos, el mérito policial, el desempeño de la función, las competencias laborales, el desarrollo profesional de los elementos y la antigüedad.