Análisis Político
Por: Abel González Sánchez
Desde que fue designado Héctor Mora Gómez como Director de la API en Manzanillo entró en conflicto su nombramiento entrando en una bola nieve que no para hasta hoy, iniciando primeramente una fuerte inconformidad política que hizo abiertamente ante los medios Griselda Martínez, presidenta municipal de Manzanillo, después lo hicieron liderazgos estatales y nacionales de Morena, quienes se inconformaron también por dicho nombramiento debido a que Héctor Mora en redes sociales había vituperado o cuestionado muy duro al ahora presidente, Manuel López Obrador.
Pareciera que la SCT le creó innecesariamente un conflicto al señor presidente y al propio partido de Morena sobre el cuestionado nombramiento, lo que hace verse un conflicto que podría prolongarse y manchar la imagen de la administración federal ya que la responsabilidad que tiene el cargo de la administración de la API es muy importante por las repercusiones económicas del estado, del país y hasta a nivel internacional, y es que analizamos que si ya van tres preguntas que le hicieron al mandatario nacional en tres diferentes ruedas de prensa nacional y ahora el reportero dio a conocer públicamente los números de los expedientes de presuntas denuncias penales o irregularidades del funcionario, entonces el conflicto va para largo.
La bola de nieve va creciendo pues continúan apareciendo más expedientes que aseguran involucran al ahora Director del API, pero falso o cierto, se observa también una división política entre los que lo critican o cuestionan muy duro; que son los morenistas locales y nacionales y la otra parte que lo apoyan y lo avalan, que son funcionarios y empresarios priístas o panistas, por lo que es casi seguro que Héctor Mora arribó por decisión de los propios altos funcionarios de la SCT, pero a esta dependencia le ha faltado operatividad política para mediar el conflicto, pretendiendo que sea el propio Héctor Mora quien lo resuelva o reciba el desgaste y queriéndose la SCT lavarse las manos sin entrarle al ruedo, cuando es la propia dependencia la que creó el problema y tiene la posible solución, pues ha trascendido en medios también que el presidente Manuel López Obrador ni conoció ni conoce al ahora funcionario del puerto.
No sabemos qué pasará definitivamente, pero quizás por este y otros nombramientos cuestionados pararon la designación de delegados en varios estados del país, y es probable que los análisis o filtros no fueron analizados adecuadamente, pero lo que sí podemos asegurar aquí es que el trabajo de la transición política nacional se va realizando con mayor participación ciudadana y de las expresiones democráticas del partido en el poder federal, es decir de Morena, lo que antes no sucedía, pues hace años si se designaba a un funcionario, nadie decía nada, todos pico de cera. Pues recordamos todavía el primer hecho político histórico de un presidente estatal priísta, cuando dio unos nombramientos para Coquimatlán, le dijo a la gente inconforme en la casona vieja del viejo PRI, “Si el PRI les manda sapos y culebras, eso deben tragar”, por ese motivo fue el primer municipio que perdió el tricolor a favor del PAN. Ojalá la SCT intervenga y resuelva pronto lo que ella misma propició y no Morena, ni el presidente del país, ni los colimenses ni el propio funcionario que está a cargo de la API.