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Hong Kong.- El Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales de la región semiautónoma informó este lunes que, mediante una evaluación de riesgos, revelaron cómo los delincuentes empleaban buques oceánicos para introducir mercancías de contrabando en el continente a través de rutas de países del Sudeste Asiático.
Con este sistema, el organismo detectó quince contenedores en la terminal de Kwai Tsing, cuyo contenido declarado era celulosa de madera, y que iban a ser enviados a bordo de un buque oceánico vía Singapur a China.
Los funcionarios descubrieron que los citados contenedores estaban llenos de cajas de madera que contenían papel en bruto o mercancías sospechosas de contrabando.
Las autoridades revelaron que en su mayoría se trataba de equipamientos electrónicos, como placas de circuitos impresos y condensadores, entre otras cosas, que sumaban en total unos 1,100 millones de piezas, así como productos de especies catalogadas en peligro de extinción.
Entre estas especies, los inspectores confiscaron 25 toneladas de marisco seco, aleta de tiburón, pepino de mar, buche de pescado, o piel de tiburón, en una mercancía valorada en unos 50 millones de dólares de Hong Kong (6.38 millones de dólares, 5.86 millones de euros).
“No descartamos que los productos usados fueran desmontados o reacondicionados tras llegar a su destino final. En el proceso se necesitan productos químicos, que producen sustancias nocivas para el medio ambiente”, declaró Rita Li Yim-ping, superintendente jefe de la Oficina de Investigación de Delitos Sindicales de Aduanas.
La comisaria explicó que los delincuentes intentaban introducir ilegalmente este tipo de productos en el continente debido a las estrictas restricciones a la importación impuestas por las autoridades en el país asiático.
Con información de Forbes México