FIEBRE POR LAS ENCUESTAS (Los aventajados: Indira, Claudia, Virgilio y Locho)

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TAREA PÚBLICA

Por: Carlos Orozco Galeana

Las cosas de la política se van calentando poco a poco en Colima. Se advierte por el momento un velatorio armas, un prepararse a conciencia para tener posibilidades de avanzar en los propósitos fijados. Se conforman equipos, “cuartos de guerra” con asesores bien picudos. Hay, por supuesto, muchos ofrecidos, los que “hacen gobernadores sacándolos de la roña” y venden sus saberes al mejor postor. Esos no tienen ideología ni valores, su dios es el dinero y van por él. Allá los incautos que se dejan sorprender. 

En esas circunstancias, las empresas hacen su agosto y algunas ceden a la tentación del dinero y acomodan resultados a gusto del cliente. 
Ha comenzado, en las últimas semanas,  un comercio notable y la aparición en el mercado de empresas, buenas y malas, que aspiran a presentar fielmente la realidad del momento con sus estudios de opinión. Estos advierten posibles resultados, pero no garantizan resultados óptimos. Recuérdese que en el país, en época de elecciones,  las empresas más influyentes fallan y solo unas cuantas pueden presumir de su precisión.  Esto es porque la realidad  se mueve, para decirlo con una expresión fácil de entender; lo que hoy es, mañana no es, pero más adelante puede ser.  

Dicen  los conocedores, entre otras cosas,  que  hay una perversión en ellas: Usando nombres de empresas, aparentemente objetivas y neutrales, los candidatos difunden resultados en los que aparecen muy bien posicionados con respecto a sus adversarios…aunque los datos obtenidos no correspondan a una visión real de la aceptación o rechazo que los ciudadanos tengan hacia algún personaje. Es fácil organizar materiales para inclinar hacia un lado u otro las respuestas; desde el mismo momento en que se acomodan los candidatos en los listados y formularios hasta el modo en que se hacen las preguntas.  Las encuestas marcan resultados que no son definitivos. Son una fotografía del momento que puede cambiar radicalmente.

Por eso la gente desconfía y bromea con las encuestas diciendo que las contrata y paga el que es beneficiado. Y es que en la política sobran los tramposos, hay  maquillismo en su elaboración, “acomodos” para que sus promotores, los que pagan, no se disgusten. Recuerdo el caso de un gobernador colimense que se disgustaba porque las encuestas no reflejaban lo que deseaba y hacía que se repitieran hasta lograr los resultados deseados. Obvio, sus candidatos perdían casi siempre.

En Colima, están multiplicándose estos ejercicios. Han aparecido, como por arte de magia,  encuestadoras que proporcionan resultados increíbles. Lo   cierto es que los candidatos de Morena son los que puntean para la gubernatura y casi puede afirmarse que cualquiera que seleccione podría ganar con cierta tranquilidad. Así parece hoy, mañana quien sabe.  Y es la oriunda del municipio de Cuauhtémoc, Indica Vizcaíno, la que aparece en primer lugar en todos los estudios de opinión, seguida muy de cerca por Claudia Yáñez que en menos de dos años de trabajar por Colima en la Cámara de Diputados, se ha posicionado también como una posible candidata. En tercer lugar, un tanto a la expectativa, está el manzanillense Virgilio Mendoza, que apuesta a una negociación cupular pero  sigue trabajando para hacerse merecedor   de la nominación en una posible alianza de su Partido Verde con Morena y PT. Pero Virgilio, llegado el caso, podría interesarse quizás en otras alianzas que no sean con Morena  pues considera que su aspiración tiene sostén popular,  y está lejos de descartarse.    

Tema es también, de aquí en adelante, la suerte que correrá Indira Vizcaíno ante un expediente que tiene la Fiscalía relativo al Caso Altozano y que en determinado momento pudiera tener repercusión contraria a sus intereses.     Mientras no obtenga una resolución favorable sobre este asunto, su candidatura tendrá riesgo. ¿ O por qué, si no es así,  se ha retardado  la Fiscalía local en comunicarle a Indira lo que a derecho corresponde?   

Otro punto a destacar es la posición que guardará el presidente López Obrador, si optará por la candidatura más adelantada en las encuestas, por la que le siga o por la que represente a la alianza con un candidato que no sea de Morena ( Verde  o PT) en aras de acuerdos ya tomados con las dirigencias nacionales de esos dos partidos,  o si va en búsqueda de respaldos en el Congreso Federal a través de la bancada que pueda constituirse y opta por la postulación de los más populares como Indira. Este es el meollo: si con cualquiera figura gana en Colima, el presidente podría optar por la negociación con los dirigentes del Verde y el PT para que uno de los dos, el más aceptado, obtenga la candidatura.   Pero hasta hoy, Indira es la que aparece como la más perfilada.   

Y corriendo por otro riel, por último, aparece el alcalde capitalino Leoncio Morán, quien es colocado por los consultados como un aspirante competitivo que podría dar la sorpresa en la elección venidera, aunque sus opuestos dicen que no ha trabajado Manzanillo, donde se decidirá al ganador. Pero como dice un colega, eso solo parece. 

Respecto a Pan y Pri, están tratando de participar en la elección en términos convincentes. Saben que  la tienen de subida, pero no se olvide que son competitivos y aspiran a lo mejor.  Algunos piensan que estos dos partidos pueden hacerse el harakiri y postular a la gubernatura a candidatos sin potencial electoral.  

Al margen de todo,  nada es claro en este momento. Incluso, preparémonos para ver cosas inverosímiles en el proceso que viene, desde alianzas entre partidos  casi afines en lo ideológico, hasta entre los que no tienen nada en común. Y no descarten a los candidatos independientes, que podría hacer “mosca” a los más fuertes.