Ferrera se lleva el estoque de oro en la Plaza México

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CN COLIMANOTICIAS

México.- Si bien no se llenaron los lugares numerados como se esperaba, incluso se decía que el general podría tener una afluencia destacada, los resultados artísticos sobrepasaron lo que el público estaba dispuesto a presenciar. Una vez más Antonio Ferrera dio la nota alta y esta vez fue ante un toro de gran calidad y bravura, del hierro de La Joya, al que le hizo una labor más de corte clásico, sin tanta parafernalia. El hispano simplemente se dio a torear con sentimiento puro, corriendo la mano con temple una y otra vez hasta el cansancio. El toro tuvo un gran fondo, yendo a la muleta en cuanto se la presentaban, con la cabeza abajo y mucha trasmisión. La petición de indulto fue mayoritaria y una vez concedido, no hubo discrepancia en los tendidos, lo cual dejó ver uno de los indultos más de verdad en esta temporada, ya que el toro no tuvo objeción. Y vaya, cómo lo toreó Ferrera, en su faceta clásica. El toro fue Tocayo, número 210, con 498 kilos. El Estoque de Oro fue precisamente para Ferrera.

FAENAS

Antonio Ferrera destapó el frasco de las escénicas y se consagró frente a Tocayo, de La Joya, al que toreó magistralmente con series por derecha y por pitón izquierdo. Más apegado al toreo clásico, Ferrera se conjugó con el toro en una labor de artista, muy abandonado el torero, con los brazos desmayados, corriendo la mano con temple milimétrico y un sentimiento divino. El toro no se cansó de embestir por ambos lados, yendo con alegría, con fuerza y con el testuz abajo, sin malas ideas, fijo en la muleta, siempre acudiendo a la muleta sin reserva.

Ferrera no dejó de prodigarse y continuó corriendo la mano fundido con la calidad y bravura del astado, el público desfondado de alegría, extasiado con la faena del hispano, comenzó a pedir el indulto, cosa que atendió el juez mientras que Antonio daba continuidad a su obra, dando las últimas cinceladas para terminar de esculpir una de sus mejores faenas que Ferrera haya hecho en La México. Ha sido un indulto que unificó criterios, de juez público, el de total petición que no dejó polémica suelta.

José Mauricio, con astado de Xajay, estructuró una gran labor, haciendo alarde de sitio y manejo de los terrenos; el torero se dio gusto toreando por ambos pitones, haciendo el toreo vertical y de muy buen gusto. Al de Xajay había que estarle exigiendo para que fuera a la muleta y Mauricia no se dio por vencido y en todo momento estuvo insistente, obligando al socio para hacerlo embestir. Su labor fue intensa, con poca pausa, sin perder el hilo de la emoción que supo imprimir. Las series tuvieron calidad, cada pase fue largo, templado y muy bien acompañado. Despachó de una estocada hasta la empuñadura para cortar una oreja y aplausos al toro.

Joselito Adame, con toro de Reyes Huerta, compartió el tercio de banderillas con Ferrera y Luis David, para en conjunto cuajar los tres pares de manera formidable, cada uno dando suelta a su inventiva, lo que desgranó carretadas de aplausos desde el tendido. No tuvo un ejemplar de dulce, ni de recorrido destacado, por lo que Adame tuvo que estarle insistiendo en todo momento para hacerlo embestir. El matador extrajo series muy valiosas por derecha, lo mismo que por la izquierda, aguantando los parones del astado, metido entre los pitones para conseguir encelar al socio. Y no se salvó de una tremenda voltereta de la que salió muy dolido el torero. Todavía le recitó una serie más previo a dejar una estocada certera y cortar las dos orejas, siéndole protestada la segunda.

Luis David Adame, que lidió un astado de Las Huertas, complicado, realizó una labor muy esforzada toda vez que contó con un toro agarrado al piso y cuando decidía ir a la muleta echaba la cara arriba pegando el derrote. Luis hizo el esfuerzo logrando algunos detalles de gran valía.

El primer toro de Enrique Ponce, de Julián Hamdan, se lesionó al clavar los pitones en la arena, doblándose el cuello muy feo y fue devuelto. Salió el reserva de La Joya, no funcionó, fue deslucido, con embestida descompuesta; el diestro estuvo insistente para extraer pases, la labor no rompió. Estocada fulminante, al tercio. Morante de la Puebla, ate un toro de Bernaldo de Quirós, solamente dibujó verónicas. Tras la puya el toro claudicó y ya no se movió. El torero abrevió.

Fuente: ESTO