Expedientes sobre el caso Colosio son publicados

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*Contradicciones, denuncias de tortura y violaciones al debido proceso son algunos de los elementos que quedan al descubierto

Redacción|CN COLIMANOTICIAS

Ciudad de México.- Tras casi 25 años de ocurrido el asesinato del candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Luis Donaldo Colosio Murrieta, Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) logró la desclasificación del expediente completo del proceso penal condenatorio contra su asesino confeso Mario Aburto, y lo puso a disposición del público a través de su portal y de sus cuentas de redes sociales.

Los documentos (entre los que destacan careos, testimonios, fotografías y videos) evidencian contradicciones en declaraciones de los principales testigos, además de tortura al acusado, presiones por parte de las autoridades y otros documentos inéditos que fueron resguardados durante todo este tiempo bajo el argumento de que todavía podrían aparecer datos relacionados con la investigación que pudieran servir para resolver el magnicidio.

La reserva era por al menos 35 años.

No obstante, ante solicitudes de acceso a la información de MCCI, en noviembre del año pasado el Consejo de la Judicatura Federal revocó la determinación asegurando que se trató de un asunto de interés general y que impactó en la opinión pública, por lo cual tenía que darse a conocer.

El expediente lo componen más de 9 mil hojas en las que se recorren los siete años de investigación de la Fiscalía Especial para el caso Colosio.

El 23 de marzo de 1994, el candidato presidencial priista llegó al barrio de Lomas Taurinas, en la ciudad de Tijuana, para un acto de su campaña. Al terminar su discurso, descendió del templete, caminó entre la multitud y recibió dos disparos: uno en la cabeza y otro en el estómago.

En el momento, su equipo de seguridad detuvo a Mario Aburto Martínez, un joven de 23 años que trabajaba en una maquiladora, y que se encontraba a unos metros del político en el momento de su asesinato.

En sus primeras declaraciones, Aburto admitió que tenía un plan para asesinar a Colosio y afirmó que actúo en solitario; sin embargo, la información del expediente revela que el acusado se retractó dos meses después de su primera declaración.

El acusado asegura en su segundo testimonio que fue golpeado, que los policías que lo detuvieron le dijeron que tenía que declarar que pertenecía a “un grupo armado o a un grupo político”, que le dieron a beber un líquido que lo dejó inconsciente y que después lo sacaron de las oficinas de la Procuraduría envuelto en un colchón para llevarlo a un sitio donde se escuchaba el mar, y que allí lo torturaron.

“Se acercó al declarante un agente que sin ser notado por sus compañeros le dijo que el presidente Salinas de Gortari estaba en el teléfono y quería negociar con él. Y que lo que el declarante quisiera el presidente se lo iba a dar, pero que el de la voz tenía que prestarse a lo que él dijera y que de preferencia dijera que le había pagado un partido político”, señala el expediente.

Durante la investigación, también cambiaron los testimonios de la novia de Aburto, Graciela González Díaz, y de sus primos Mauricio y Marcelino Ortiz, quienes coincidieron en que las autoridades les indicaron lo que debían declarar.

Sus familiares se retractaron de haber declarado que Aburto poseía armas y que practicaba tiro unas semanas antes del asesinato. González Díaz, incluso, mantuvo un careo con Aburto en el que él le pidió que dijera la verdad.

En medio del llanto, ella admitió que su primera declaración era errónea: “No, él no me lo dijo. No me dijo lo de las armas, lo de su partido político”.

El expediente muestra también la presencia de un miembro del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) en la escena del crimen, de nombre Jorge Antonio Sánchez Ortega, quien declaró ante la Procuraduría que había estado en el acto de campaña para informar a la inteligencia mexicana sobre el desarrollo de la campaña presidencial.

Sánchez Ortega llevaba una de las mangas de su chaqueta blanca manchada con la sangre del candidato. En su declaración reconoció que los restos hemáticos eran de Colosio y que una persona que ayudó a sacar al candidato de Lomas Taurinas había rozado su vestimenta. La investigación de MCCI aporta como novedad una declaración en la que el agente del CISEN señaló que en sus labores de inteligencia tenía prohibido la portación y uso de armas. Sin embargo, las pruebas sobre presencia de pólvora en sus manos ese día resultaron positivas.

Las autoridades mexicanas tampoco exploraron las irregularidades en las que nueve policías federales detuvieron a Aburto: una de ellos, por ejemplo, se identificó como periodista internacional ante el acusado para obtener una primera declaración.

La nueva información del expediente también desvela las contradicciones del equipo de seguridad de Colosio, conocido como grupo Omega. Ellos fueron quienes detuvieron a Aburto y lo entregaron a los policías federales. Uno de ellos, Fernando de la Sota, insistió desde el primer momento en que Aburto hizo los dos disparos y que vio el cuerpo del candidato boca arriba sangrando en el abdomen. La investigación pericial, sin embargo, concluye que el cuerpo estaba boca abajo.

Para muchos aún existen dudas sobre si los dos disparos al candidato fueron realizados por un tirador o dos.

Otro miembro de este equipo, Héctor Javier Hernández, declaró que al ver a la multitud notó que el flanco izquierdo del candidato estaba desprotegido y al intentar acercarse De la Sota le gritó “quítate de ahí”, y segundos después el candidato fue asesinado.

 

Con información de El País