ESTO ES DEPORTE

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Alfredo Cocoletzi

Jugar la Copa Mundial nunca es fácil.  Mucho menos si hay que enfrentarse al organizador de este magno evento,  quién goza del privilegio de ser el único pentacampeón del mundo.

El día 17 de Junio en la ciudad de Fortaleza, por la segunda fecha del Grupo A, la selección mexicana de fútbol tiene como reto sacar un resultado positivo ante el siempre temido y respetado Brasil.

Debemos recordar que la última vez que Brasil fue campeón del mundo tenía como director técnico a Luiz Felipe Scolari, quién casualmente para la edición del 2014, también dirigirá a la verde amarela.  Han pasado 12 años desde aquel logro y para los cariocas este mundial debe ser de ellos, por historia y por orgullo.

Aquel Brasil del 2002 era un equipo plagado de mega estrellas que en su mayoría brillaban en el fútbol del Viejo Continente.  El Brasil de hoy es un muy buen equipo, pero para muchos de los que conocemos la historia de esta magnífica selección, quizá no sea la más temible.

México llegó a esta edición de la Copa del Mundo con ciertas dudas en cuanto al rendimiento que pueda mostrar en los 3 partidos correspondientes a su grupo.  El proceso eliminatorio para los Aztecas estuvo plagado de problemas dentro y fuera de la cancha, con un manejo dirigencial que dejó muy mal sabor en los fanáticos mexicanos, obteniendo una clasificación al mundial literalmente milagrosa.

En el tema netamente futbolísitico, México presenta muchas caras nuevas, jugadores que han destacado sobretodo en el torneo local como Oribe Peralta, Carlos Peña, el bastante resistido Miguel Layún, entre otros.

Desde que Miguel “El Piojo” Herrera asumió la dirección técnica de la selección mexicana, ha obtenido 5 victorias (incluyendo los dos partidos contra Nueva Zelanda por el repechaje al mundial), 2 empates y  2 derrotas con el agregado de haber anotado 21 goles y haber recibido solo 8.  Definitivamente se nota una mejora en cuanto al juego en conjunto, se ha consolidado el bloque defensivo y de medio campo para adelante México siempre ha sabido como resolver sus problemas de cara al gol.  Esto genera una ligera esperanza en el aficionado.

Por historia, los enfrentamientos entre Brasil y México han sido de muy buena calidad para el espectador y el partido a disputarse el 17 de Junio no debería ser la excepción.  Brasil saldrá a tratar de exponer su mejor versión futbolística y buscar en ese partido una muy posible clasificación a los 8vos de final de la competición.

Las chances de México, obviamente, no son las más altas frente a Brasil.  Tendrá que enfocarse en vencer primeramente el miedo escénico, mantener el orden defensivo durante los 90 minutos de juego y buscar los espacios que puedan dejar los cariocas, sobre todo por las bandas.

El fútbol nos ha enseñado que siempre hay favoritos, pero que no necesariamente estos resultan victoriosos.  Es la escencia de este mágico deporte.  Por eso México deberá esforzarse al máximo en cada partido y tener presente en todo momento que SI SE PUEDE.