Por: Manuel Olvera Sánchez
El pasado fin de semana en nuestro país, así como en otros países se desarrollaron marchas con el objeto de celebrar el día internacional de la mujer, día que fue institucionalizado por parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el día 08 de marzo de 1975 en reconocimiento al movimiento iniciado por un grupo de mujeres rusas protestando por la gran cantidad de muertes derivadas de las vísperas de la primera guerra mundial.
Contrario a lo que la historia registra como el nacimiento de la lucha impulsada por las mujeres y a través del cual se les reconoció el valor al revelarse, desafortunadamente el espíritu social se ha perdido al grado de que hoy en día han usado la violencia como medio para exigir entre muchas cosas el incremento en la muerte de mujeres.
Vale recordar que contrario a la legislación en países del continente europeo, México es de los países que dentro de su código penal contempla el delito de feminicidio como uno de los delitos que mayor castigo representa para los infractores, sin embargo, esto no ha resultado justo para el movimiento feminista, el movimiento en el cual celebraron su día prácticamente fue un día donde el estado de derecho no existió, donde las autoridades actuaron de manera omisa al no actuar propiciando incluso lesionados que ponen en peligro su vida.
Vale recordar que el índice de delitos cometidos por mujeres en los últimos años ha ido creciendo de manera considerable, delitos como violencia contra sus menores hijos, asesinatos, robos e incluso delitos en contra de sus parejas sentimentales, delitos de alto impacto, delincuencia organizada, trafico de armas, venta de estupefacientes por mencionar solo algunos.
Uno de los estudios realizados por Cesare Lombroso y Guglielmo Ferrero en su obra la mujer delincuente revela que la mujer es cruel y vengativa, que actúan con gran meticulosidad, que en gran medida ese proceder obedece a problemas fisiológicos como la menstruación o la menopausia que son momentos que impactan en la vida afectiva de las mujeres que las hacen propensas a delinquir.
Partiendo de los trabajos de investigación desarrollados por estos investigadores y especialistas en temas de la conducta humana, evidencia una vez más que las políticas públicas en materia de la prevención sobre la violencia en contra de la mujer no han sido las correctas, los resultados son más que contundentes, los delitos cometidos por mujeres han crecido de manera considerable, razón por la cual el estado debe crear institutos que las orienten sobre su conducta ante problemas que se les presentes, institutos que las concienticen sobre cómo saber llevar a mejor puerto situaciones complejas en el seno familiar y no continuar con políticas públicas que solo fomentan que continúen cometiendo delitos amparadas en el tema de moda como lo es la equidad de género.
Indudablemente que la mujer juega un papel trascendental en cualquier tipo de actividad y en la sociedad, sin embargo, su estado emocional influye de manera considerable al momento de la toma de decisiones, en muchos casos al no sentirse autorrealizadas en el aspecto sentimental, al fracasar en su matrimonio llegan a odiar incluso hasta a ellas mismas.
Vale recordar que a la mujer durante mucho tiempo se le considero como una persona débil, sin embargo hemos sido testigos como han logrado destacar en tareas que en su momento fueron exclusivas para los hombres, hoy en día por señalar solo algunas: en el ámbito político, en infinidad de deportes, en el campo laboral e incluso en algo tan complejo como es el toreo; lo anterior es un fiel testimonio del estigma en el cual se les encuadró durante mucho tiempo al grado de llamarlas como el sexo débil, sin embargo el estado emocional juega un papel fundamental al momento de desarrollar sus actividades.
El estado emocional de las mujeres depende en gran medida de los estímulos que se les otorga en el campo laboral, ya que incluso se llegó a discriminar al grado de que a tareas iguales no eran iguales las remuneraciones, a la mujer se le debe de tratar bajo una visión empática ya que su estado emocional se ve afectado por el solo hecho de verter un comentario despectivo como el decirle “fea”.
Las fortalezas con las que cuenta la mujer le han valido para acreditar que cuentan con las mismas capacidades que el hombre, sin embargo, existen momentos en los cuales al verse dañadas sus emociones y esforzarse en demasía los daños emocionales serán permanentes con las consecuencias que para la sociedad y el contexto en el que se desenvuelven.
El estado mexicano durante muchos años fue omiso en atender los índices delictivos cometidos por las mujeres en virtud que estadísticamente no le representaban importancia, sin embargo, hoy en día las condiciones han cambiado y debe direccionar sus políticas públicas hacia una sociedad ordenada donde la mujer juega un papel bastante importante.
¡MÉXICO, HAZ MEMORIA!
La visión que tenías sobre mí, no la defraudare, eso me fortalece aún más, serás ese impulso para lograrlo.
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