Es la Universidad conciencia crítica de la sociedad: Arnoldo Ochoa

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Redacción|COLIMANOTICIAS

Colima, Col.- La mañana de ayer, en el Archivo Histórico de la Universidad de Colima, inició el foro denominado “Charla entre Universitarios”, con la participación del diputado federal Arnoldo Ochoa González, en el marco del programa de festejos por el 75 aniversario de la Máxima Casa de Estudios Colimense.

Este foro, definió el rector José Eduardo Hernández Nava ante un numeroso grupo de funcionarios universitarios, así como de integrantes de la Federación de Estudiantes Colimenses, de la Federación de Egresados (FEUC) y del Sindicato (SUTUC), “es de reflexión crítica, incluyente, respetuoso, y está orientado a la consolidación del movimiento universitario bajo los principios de autonomía, unidad y educación con responsabilidad social”.

Hernández Nava comentó que la crítica y el debate “son una realidad indiscutible y cotidiana para reflexionar el destino institucional” y añadió que el movimiento universitario colimense “resulta de una tradición inédita en el concierto de la educación superior del país: aquélla que ha convertido a la Universidad de Colima en el patrimonio más importante de la entidad”.

En su intervención, que duró casi las dos horas incluyendo preguntas y respuestas, el diputado federal Arnoldo Ochoa González, para lograr un mejor entendimiento, dividió la historia de la Universidad de Colima en tres etapas: su fundación, el 16 de septiembre 1940; el movimiento estudiantil en 1973 y los años del llamado Grupo Universidad, hasta 1989, y la última desde 1997 a la fecha.

Dijo, entre otras muchas ideas, conceptos y anécdotas, que él siempre ha respetado a los grupos universitarios, “porque de allí provenimos todos y porque son grupos críticos, la conciencia crítica de la sociedad”.

Ochoa González insistió, a lo largo de su charla, en lo importante de no olvidar los orígenes socialistas de la Universidad, surgida para transformar positivamente al estado. Esos orígenes estaban en su nombre original, de popular, y en su lema de “Estudia, Lucha y Trabaja”, aseguró.

En la primera etapa, la de la fundación, destacó el papel de Rubén Vizcarra, del Coronel Pedro Torres Ortiz y del profesor Manuel Velasco, quienes le dieron forma y una estructura al proyecto universitario. Sobre el primer ciclo, comentó que éste se distinguía básicamente porque la Universidad estaba bajo el control del gobierno del estado a través de la Secretaría de Educación.

En 1962, desde la FEC, dijo, se inició la lucha no sólo por la autonomía de la casa de estudios, sino porque ésta ofreciera más y mejores opciones de estudio a los jóvenes. En este año, dijo, se logró la autonomía, “sólo en el papel”, añadió. Para serlo realmente se debió esperar hasta 1973, cuando se logró la llamada paridad, y cuando los universitarios, añadió, lograron nombrar ellos mismos a sus rectores.

Sobre el segundo período, que él inicia con la llegada del rector Alberto Herrera Carrillo, dijo que se logró conjuntar un buen equipo de trabajo, integrado en lo esencial por ex presidentes de la FEC encabezados por Jorge Humberto Silva Ochoa. Era un equipo de trabajo, aseguró, que tomaba las decisiones de manera colegiada y viendo siempre por el beneficio de la institución y de la sociedad, sin perder su origen social.

El tercer ciclo él lo ubica a partir del rector Carlos Salazar Silva, cuando los rectores dejaron de tener una vinculación muy cercana a la FEC, hasta el momento actual.

Ochoa González dijo, al reflexionar sobre la Universidad, que de alguna manera “se perdió el origen de la institución, y a veces es bueno recordar de dónde venimos, y nosotros venimos de una Universidad que empezó con un gran compromiso social, y que lo debe seguir sosteniendo y abanderando”.

“También provenimos –añadió– de una institución que se dio su propia autonomía, en la realidad, en 1973, y que debemos de atender y cuidar. Es importante –dijo–, hacer una revisión para ver en qué estamos acertando como institución y en qué debemos cambiar, pero hacerlo con orden, con organización y método. A estas alturas, no puede la institución poner en riesgo su estabilidad si es que queremos transformarla, porque los cambios son siempre para mejorar”.

Indicó, por último, que la Universidad debe seguir siendo la conciencia crítica de la sociedad: “Si la U de Colima pierde esa cualidad, entonces la sociedad está perdida, porque la institución es la que debe decirnos a los partidos políticos, a los gobiernos de los tres niveles y a la sociedad, con rigor científico, no con fanatismos, en dónde y cómo estamos fallando”.

Para cerrar el evento, Hernández Nava dijo que desde que asumió la Rectoría “he depositado mi mayor énfasis en fortalecer el sentido de pertenencia de la comunidad universitaria y, en consecuencia, en la cohesión de la unidad institucional, porque estoy convencido de que ése es el camino para sacar el mayor potencial de los universitarios”.

Y añadió: “Estoy convencido que la unidad de los universitarios es la fortaleza más grande de la institución y que unidos nada podrá detener la buena marcha de la Universidad en sus funciones sustantivas”.