*Alrededor de 300 aficionados mexicanos se quedaron con las ganas de ver la llegada del cuadro nacional a su hotel de concentración.
Sergio Guzmán|MEDIOTIEMPO (Enviado)
Recife, Brasil.- A diferencia de la comunión que hubo con el público en Fortaleza en el marco del duelo frente a Brasil, ahora el Tricolor se aisló de la afición que lo esperaba a la llegada a su hotel de concentración en Recife.
Es que alrededor de 300 aficionados se congregaron en la entrada principal del Mar Hotel, ubicada en la Rua Barao de Souza Leao, en Praia Boa Viagem, en donde por espacio de hora y media aguardaron el arribo del autobús del equipo mexicano, mismo que nunca vieron llegar.
Alertado por la presencia de la afición en el lugar, el convoy de la escuadra azteca tomó un rumbo distinto y se metió por una puerta alterna del hotel para evitar cualquier contacto con el público.
Con gritos de “Oooooribeee Peraaaaltaaaa”, o entonando el “Cielito Lindo” y “El Rey”, además del ya mundialmente famoso “eeeehhhh puto”, los entusiasmados seguidores del Tri se quedaron con las ganas de entregarle su apoyo al cuadro dirigido por Miguel Herrera.
El ruido de las sirenas de patrullas, el sobrevuelo de un helicóptero de la policía brasileña, además del orden que trataban de poner en la calle miembros del ejército, hacían pensar que el Tricolor estaba muy cerca de su destino. Y era cierto, lo único con lo que no contaba el público es que se fuera por otro lado y no pudieran observar el ingreso de los jugadores y Cuerpo Técnico al hotel.
Los únicos que ingresaron por el acceso principal fueron el Presidente de la Federación Mexicana de Futbol, Justino Compeán, y los utileros del Tri, en automóviles separados.
Todavía muchos de esos aficionados, al enterarse de que el equipo ya estaba adentro, comenzaron a gritar “que salgan, que salgan”, pero no encontraron respuesta positiva, pues en esta ocasión nadie de los integrantes de la Selección Mexicana se asomó para saludar aunque fuera de lejos.
El mariachi, el tequila y la cerveza, fueron los distractores y las vías de desahogo para los aficionados mexicanos en esta noche de sábado donde dieron una cálida recepción al Tri, a la distancia.
El domingo, el equipo mexicano hará el reconocimiento de cancha de la Arena Pernambuco de esta localidad y tendrá el último entrenamiento antes de enfrentar a la Selección de Croacia en busca del pase a los Octavos de Final de la Copa del Mundo 2014, dentro del Grupo A.