El cenit del presidencialismo se alcanzó en los sesentas y setentas: Paoli Bolio

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    Paoli Bolio, autor de textos centrales sobre Teoría del Estado, ex subsecretario de Gobernación, ex rector de la UAM- Xochimilco, doctor en sociología por la Universidad de New York, estuvo acompañado en su disertación por el presidente del Seminario de Cultura Mexicana, Carlos de la Madrid Virgen. A lo largo de la conferencia magistral refirió las cuatro etapas del Estado mexicano, partiendo desde la Constitución de 1917 hasta nuestros días.

    EL  NUEVO ESTADO POSREVOLUCIONARIO

    Dijo que la primera etapa corre entre la entrada en vigor de la Constitución de 1917, a los últimos gobiernos encabezados por militares, los gobiernos del General Lázaro Cárdenas y Manuel Ávila Camacho del 1934 a 1946, las etapas de transformación institucional en México que obedecieron a lógicas políticas  distintas,  en función de las circunstancias sociales políticas y económicas. Partimos de las definiciones de la Constitución de 1917, en la que se plantean tesis fundamentales de reivindicación de la nación y de los sectores populares sin cancelar las líneas básicas de organización de un estado liberal que ya se había estructurado en la segunda mitad del siglo XIX con fundamento en la Constitución de 1857, y antes en la de 1824.

    “El nuevo estado social posrevolucionario, que surge de este movimiento armado es enriquecido con tesis y concepciones nuevas sobre distintos tópicos: la propiedad agraria y del subsuelo, los derechos de los trabajadores del campo y de la ciudad, la educación pública, laica, gratuita, las empresas sociales. Estas nuevas tesis marcan claramente su diferencia sobre las constituciones decimonónicas, que eran de un liberalismo individualista muy marcado, para introducir una serie de preocupaciones y de instituciones de protección social conocido como Liberalismo social, en ella se fincan las bases para la creación y el desenvolvimiento de las instituciones que van a apoyar la salud de la población, la seguridad social, la vivienda popular, la educación las vías de comunicación, elementos que buscan establecer un estado de bienestar al estilo mexicano, con rasgos providenciales, se esperaba todo del estado proveedor, del papá gobierno; que van a ser utilizados en las organizaciones políticas para desarrollar una forma de control, que se había caracterizado como corporativa, patrimonialista y clientelar”.

    Puntualizó que esta etapa incluye la reorganización del país y el de las reivindicaciones sociales;  – el país había quedado destruido por la revolución desarticulado, incomunicado sin carreteras, ferrocarriles-; es una primera etapa que la caracterizan  por ser una etapa de reconstrucción;  la otra serie de acciones tiene el propósito de centralizar el ejercicio del poder, para ordenar al país en términos de unidad nacional. La reconstrucción se hace con diversas aportaciones de los gobiernos posrevolucionarios de Obregón y Calles; se crea la SEP, en 1921 por José Vasconcelos;  ésta ya es una obra de la revolución, se rehabilitan ferrocarriles, carreteras y caminos de todo el país, se funda el Banco de México, el reparto agrario, se convoca la  primera Convención Nacional Fiscal para reorganizar las finanzas públicas, el asunto de la producción petrolera y surge el conflicto religioso  1926-1929  de los Cristeros, éste movimiento se da en contra de disposiciones constitucionales  entre la iglesia y el estado en los tiempos del General Calles.

    LA PROFESIONALIZACIÓN DEL EJÉRCITO

    En esta tesitura, dijo que la centralización política es cuando se realiza la profesionalización del ejército- el país después de la revolución había quedado muy segmentado, muy dividido en regiones, se habían desarrollado cacicazgos, líderes caudillistas originados de fuerzas armadas, no acababan de integrarse  como un ejército nacional sino que seguían siendo corrientes como el carranzismo, villismo que se confrontaban entre si-. Por eso había que centralizar el país que fue una de las grandes tareas que se emprenden en esta etapa. Había que implantar normas de lealtad general, por normas que propone el Derecho que las de lealtad personal al caudillo. Se impone una norma nacional para el ejército que era la principal fuerza política, los partidos políticos prácticamente no existían eran como membretes, coberturas en pequeña regiones, no había partidos nacionales. Se integra, se enriquece a los militares con la entrega de obras, servicios, carreteras, escuelas, hospitales, se le pide lealtad con estas prerrogativas al jefe de las instituciones y a la centralidad del poder.

    Se dan dos grandes movimientos, también en esta etapa,  que son divisiones del movimiento revolucionario, la convención de Aguascalientes fracasa salen los carrancistas- se enfrentan con villistas y zapatistas- llamados también constitucionalistas pues defendían la Constitución del 17, fue tal la confrontación hasta en 1915, que en Celaya el General Obregón triunfa y triunfa el movimiento constitucionalista, que es como el preámbulo de la convocatoria que saca la Constitución vigente hasta hoy. Posteriormente surge el vasconcelismo movimiento político electoral que se gesta como división del Partido Nacional Revolucionario, lanza su candidatura y es derrotado. Diez años después irrumpe otra división, el almazanismo con el General Manuel Ávila Camacho que es una reacción al cardenismo y sus reformas. Este es el momento en 1939, en que nace el primer partido de oposición que es el Partido Acción Nacional.

    El presidencialismo mexicano no fue un proceso fácil, tomó decenios, un uso intensivo de todos los poderes constitucionales del presidente en el período del general Cárdenas que centraliza el poder, que cancela el maximato del general Calles, cambia a los jefes militares, los manda a embajadas, de adscripción, cambia a los gobernadores y es el fin del militarismo. Al general Calles lo suben a un avión y lo mandan a Texas.

    LOS GOBIERNOS CIVILES, LA SEGUNDA ETAPA

    La segunda etapa es la de los gobiernos civiles y del Milagro Mexicano, de 1946-1964, el  primer gobierno civil encabezado por Miguel Alemán y que hasta la fecha -ya no hemos tenido militares, ni gobernadores ni diputados militares-. Se gesta el autoritarismo, el acento en la formación cada vez más amplia de un mercado interno, el comercio, en las grandes inversiones públicas que fomentaban a su vez a las privadas, nacionales extranjeras, el inversionista privado va a donde hay una infraestructura, donde hay la posibilidad de transportarse, el estado hace las grandes inversiones y de esta manera llama a los inversionistas  que  les facilita el montar por su cuenta sus empresas, es el período que se conoce como del Desarrollo Estabilizador, que mantiene  un crecimiento sostenido del 10% del producto interno bruto como está China hoy.

    Se proyecta Vicente Lombardo Toledano, líder socialista creador con Cárdenas de la CTM por un lado, por otro el Partido Comunista Mexicano. Emerge una CTM con la nueva figura de Don Fidel Velázquez y su equipo de dirigentes conocido como el de “Los 5 lobitos”. Se funda también la CNC con Cárdenas. La Reforma al artículo 115, en 1953, se estableció la No reelección para presidentes municipales, ésta fue otra de las formas en que se perfeccionó el proceso de centralización del poder. El presidente aparecía en el escenario y estaba en el imaginario colectivo nacional cada vez más como el gran orquestador de un sistema que floreció y generó resultados impresionantes, en términos de crecimiento económico, de desarrollo industrial, infraestructura social y educativa, de comunicaciones, de estabilidad política y un aspecto importante -sobre el que insistía el propio mandatario y los hombres del sistema – que fue, el de la generación de un clima permanente de paz social.

    “El cénit del poder presidencial se alcanzó en la sexta y séptima década del siglo XX”, cuando el presidente de la república, como bien lo dijo Diego Valadéz, era la suprema autoridad nacional en materia educativa, sanitaria, agraria, laboral, ambiental, energética, hidráulica, habitacional, alimenticia, forestal, asistencial, minera, comercial, espacial, financiera, electoral, administrativa y política, esta centralización y este poder, con todos estos tentáculos en manos de una persona como dice el Art. 89 “se deposita el poder ejecutivo en una sola persona”, y no solo el poder ejecutivo, era jefe de partido, además de serlo constitucionalmente  de las fuerzas armadas lo era dice Jorge Carpizo “meta-constitucionalmente” una buena metáfora; por encima de los partidos, de los órganos de representación y del sistema federal”.

    En los años 60’S y 7O’S que llega el poder presidencial al cenit, se organizan movimientos sociales que impugnan fuertemente al sistema político mexicano, el movimiento magisterial y ferrocarrilero del 54 y 58; los movimientos magisterial y campesino del 60, movimiento médico del 65, y desde luego el movimiento estudiantil popular de 1968. Constituían las semillas de una demanda que prevalecería en adelante por la mayor inclusión y apertura, y eliminación de las prácticas autoritarias del sistema que prevalecía.

    Visto en retrospectiva, el desarrollo y consolidación del régimen mexicano permite identificar la centralización, un proceso gradual de apertura y de  liberalización política que se va decantando a medida que surgen nuevos actores políticos, aparecen como “desprendimientos de agrupaciones del mismo aparato político oficial, o como producto del surgimiento de movimientos o bien, de liderazgos que se gestaron al margen del marco institucional, y que reclamaron ser incluidos y que demandaron el cambio de la centralización. (Continuará).