Democracia deliberativa
Por: Ángel Durán
El candidato o candidata ya sea de partido político o independiente del siglo XXI, tiene que tener un perfil diferente al tradicional; y ese perfil, tendrá una característica profesional, conocedor de los derechos que se encuentran en la Constitución y también con una preparación importante en derecho parlamentario.
Para ser un representante de la sociedad, es fundamental que él o la titular de la candidatura, cumpla con los requisitos mínimos de; tener experiencia en el desempeño de lo que hace un representante social.
Si bien es cierto, que desde 1824, donde emerge la primera Constitución mexicana, producto de la independencia de nuestro país, sin contar la constitución de Cádiz de 1812 que estuvo vigente pero no fue puesta en práctica, ni tampoco los Sentimientos de la Nación de 1814. Todas, el único requisito que se exigía para ser representante de la sociedad, es verse favorecido por el voto popular.
Lo anterior, debe evolucionar y exigir como requisito, elementos mínimos de preparación y experiencia en el desempeño, de quiénes representarán a la sociedad; pues la improvisación de gente que llega al poder sin experiencia, estanca el buen funcionamiento de la maquinaria parlamentaria y se traduce a largo plazo, en una estructura de representación política ineficiente.
Por eso es que, tenemos que dejar evolucionar el funcionamiento de la representación que como sistema tenemos y exigir que cuando menos, quien ocupe un cargo de esta naturaleza, tenga experiencia en el desempeño de esa función.
El siglo XXI se considera como el tiempo de los derechos, para lograr tal encomienda y para beneficio de la sociedad, es necesario que todo aquel que desempeñe un cargo público o sea electo popularmente, debe demostrar conocimiento del contenido de la Constitución y experiencia en el manejo del derecho parlamentario.
La debilidad más grave que tenemos en México dentro del sistema de representación política, es que una gran cantidad de legisladores y legisladoras, tanto a nivel nacional y a nivel local, no garantizan el conocimiento de los derechos que están en nuestra carta magna, desconocen el derecho internacional y que por supuesto el Estado mexicano tiene que cumplir, pero el congreso de la unión y los Congresos locales, no lo desarrollan por el desconocimiento de sus integrantes en su gran mayoría, además de que una gran cantidad de ellos, tampoco cuentan con la experiencia en la función.
La mejor forma de avanzar en nuestro sistema de democracia, es cambiar los factores que debilitan a esta institución y reforzarlos con mecanismos adecuados para que haya un cambio de verdad, lo cual, una de las mejores formas para lograrlo, es integrar al sistema político, incluyendo los de voto popular, a candidatos y candidatas profesionales, con conocimiento del sistema político mexicano e internacional, técnicos en el conocimiento de los derechos y experiencia en el sistema parlamentario, así como respetar en verdad los valores y principios que conforman la justicia electoral.
Las candidaturas, tienen como propósito en este siglo, se respeten los derechos político-electorales de los habitantes de nuestro país; quien quiera tener futuro en la construcción de un nuevo sistema de gobierno, tendrá que prepararse para este desafío.
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