Dos Colimenses Sentenciados por Delitos que no Cometieron

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    Ante el programa de noticias “Angel Guardián” de la XERL, exigen familiares de Miguel Valencia Cruz se esclarezca el homicidio, ya que se está cometiendo una injusticia, va a cumplir dos años que está pagando un crimen que no cometió, habla su hermana Patricia Valencia. Cabe mencionar que el 5 de marzo del 2006, fue privado de su libertad el Señor Andrés Pérez.

    Culpó a la pareja de su hermano, Raquel Farías Palomino, pues asegura que le tendió una trampa para que lo detuvieran.

    Aseguró que el día que se cometió el homicidio su hermano se encontraba en Colima y el Señor Andrés Pérez lo mataron en Tepames.

    Denunció que su hermano fue torturado por elementos de la Procuraduría General de Justicia, que se aprovecharon de la situación. Mencionó que ni el gobernador del estado, ni otra autoridad le ha dado seguimiento al caso.

    HAY OTRO CASO EN MANZANILLO: LLEVA SEIS AÑOS ENCERRADO

    MANZANILLO, COL.- El reo Carlos Bernardino Alvarez Carrizales, de 32 años de edad y recluido en este centro penitenciario desde febrero del 2002 acusado del delito de robo y sentenciado a una pena de 7 años por ese delito, asegura que en abril de ese mismo año lo acusaron del delito de homicidio calificado y lo sentenciaron a 30 años de cárcel, lo que considera injusto dado que él jamás cometió tal delito y nunca conoció al agraviado.

    En una carta hecha llegar a Colimanoticias, a través de su padre y fechada el 12 de diciembre de este año, la cual dirige al Juez segundo de lo Penal, Juan Carlos Moreno Trujillo, solicita de la manera mas atenta “se lleven a cabo unos careos con los agentes judiciales que llevaron el caso, ya que yo estaba internado cuando se cometió al homicidio que aseguran cometí”.
    Señala que el día del supuesto homicidio, ocurrido 6 de agosto de 2001, “yo me encontraba en un centro de recuperación en El Colomo, desde el 25 de julio, existiendo un documento en la Policía Municipal porque mi mamá solicitó el apoyo de los preventivos para que me llevaran a internar”.

    Explica que el 12 de agosto de ese año, “fui sacado del centro de recuperación por agentes judiciales para que supuestamente me reconocieran unos testigos de un homicidio ocurrido en unas huertas del Valle de las Garzas, en Santiago, pero los judiciales me regresaron y me dijeron que no fui yo, hecho que no está asentado en los expedientes”.

    Manifestó que él estuvo internado en el albergue denominado Cread de El Colomo del 25 de julio al 25 de octubre de 2001, y cuando salió se fue a trabajar a la CROM como jornalero. Reconoce que en febrero del 2002 le robó una cadena a una menor de edad y fue detenido y acusado de robo calificado, sentenciándolo a 7 años de prisión y remitido al Cereso de Manzanillo.

    Sin embargo, relata que en abril de ese mismo año, le fue notificada una orden de aprehensión por el delito de homicidio calificado, en agravio de Salvador Santos González, en hechos ocurridos el 6 de agosto del 2001, “precisamente cuando yo me encontraba recluido en el centro de recuperación de El Colomo, por lo que es totalmente lo que me acusan, como pude salir y cometer el crimen y luego regresarme, de esto les consta al director y los guardias del Creed, ellos nunca me dejaron salir”.

    Por lo anterior, expone que hay testigos del homicidio del cual lo inculpan. “Se me ha informado que la persona que mataron estaba tomando con otras personas y que dos salieron mal y que el presunto responsable del homicidio se llama Carlos y de dicen “El Pollo” o “Ramonsón”, que era colador y Vivía en Santiago, por la calle Nabor Ochoa. La coincidencia es que yo me llamo Carlos y me dicen “El Pollo”, pero no soy colador, ni tengo tatuajes en el pecho como dicen los testigos”.

    Citó que los testigos de los hechos conocen al verdadero asesino, “pero no ha habido careos con ellos, no los conozco y quisiera que se revisara mis expedientes No. 2067/2004 y 175/01, para que los testigos me vean y al verme van a reconocer que yo no estaba con ellos tomando el día de los hechos, ni que tampoco cometí el homicidio del que me acusan”.

    Manifestó que el Juzgado segundo en materia penal no le ha dado valor a las pruebas que se presentaron en su favor, como lo es una carta del director del Creead de El Colomo, quien asegura que estuvo dentro del 25 de julio al 25 de octubre, además de que el homicida tiene tatuajes y yo no, en el Cereso de Manzanillo todos saben que soy inocente y que el verdadero culpable es otra persona, pero no lo quieren reconocer”.

    Finalmente, hace un llamado al Presidente del Supremo Tribunal de Justicia, José Alfredo Jiménez Carrillo, “para que permita que un abogado revise los expedientes, yo no quiero nada en contra del juez, no pido nada sino que no se me culpe de un delito que no cometí, es cierto que robé y me arrepiento, pero no es justo que pase 30 años en la cárcel por otro delito del cual no soy responsable, no soy un asesino”.