Por: Ángel Durán
Es una tragedia lo que ha ocurrido al desplomarse parte del segundo nivel por donde circulaba el tren ligero en la Ciudad de México y que por lo menos hasta ahora, ha dejado 23 personas fallecidas.
No menos será otra tragedia, la que se dará en los próximos días, sobre la guerra mediática entre dimes y diretes entre personajes de la política, culpándose unos contra otros, dejando en segundo plano lo verdaderamente relevante de la causa principal de tal desgracia.
Unos tratarán de sacarle raja política a lo ocurrido y otros se defenderán, pero ambas guerras de declaraciones, opacará realmente la problemática que dio origen a esta lamentable tragedia.
Esto es una de la cultura mediática que debemos de dejar atrás, y aunque se diga que “a niño ahogado tapado pozo “, no debiera distraerse; e investigar cuál fue la causa, revisar si hay otros riesgos inminentes de que ocurra lo mismo y sobretodo iniciar una investigación seria y responsable, a fin de deslindar culpas y; si es que los hay, juzgar a quienes lo ocasionaron, más allá de Comentarios políticos.
Seguramente, una de las causas principales es, porque las autoridades encargadas de supervisar la infraestructura urbana de la ciudad, no hicieron su trabajo, y esto, lo deben entender dichas autoridades de todo el país, para que pongan sus barbas a remojar, no dar mantenimiento a la infraestructura urbana, puede ocasionar este tipo de desgracias, así es, que, manos a la obra, si se hace, se podrá evitar estos hechos tan lamentables, que quedan en la memoria de cada país por siempre.
La Ciudad de México, tendrá que pagar la reparación del daño a los afectados y a todos aquellos que estuvieron en riesgo, pues la seguridad de los edificios, puentes, y la infraestructura en general, es su responsabilidad y por supuesto, que sus inspectores, deben revisar minuciosamente y de manera permanente dichos muebles, no hacerlo, desprestigiar a los gobiernos, muchas familias lloran a sus víctimas y se ocasionan muchos daños.
Toda obra pública, tiene como condición y requisito indispensable, garantizar la calidad requerida por la ley a fin de salvaguardar la seguridad de sus habitantes, además debe dársele un mantenimiento apropiado, revisión periódica a fin de no poner en peligro la salud y la vida de las personas, esto es lo que no hicieron en la Ciudad de México y ahí están las consecuencias.
Y las autoridades capitalinas, es más de todo el país, deben estar conscientes que si no quieren ver que se repiten esta historia, tienen que anteponer su responsabilidad profesional, al hacer su trabajo.
Es importante y ante este tipo de desgracias, lo que más tenemos que trabajar es la solidaridad y la exigencia de, que se hagan investigaciones serias a fin de encontrar, cuáles fueron las causas y si existen responsables juzgarlos, así como, la atención inmediata de las víctimas y la reparación de sus daños, además de establecer medidas adecuadas para que esto jamás vuelva a ocurrir.