DESDE TIERRAS OLÍMPICAS

    0

    Cerró el festival deportivo de Londres. Cerró el largo camino emprendido desde que en julio del 2005, el Comité Olímpico Internacional concediera a la capital británica la sede para organizar tanto Olímpicos como Paralímpicos.

    Mientras esta maravillosa ciudad intenta regresar a la vieja normalidad -y vaya que eso le costará trabajo- los medallistas locales serán ovacionados en un gran desfile este lunes en el último día atípico en esta urbe. Ya el martes, Londres volverá a ser la misma que está en todo en toda esquina y al mismo tiempo: en los bancos de la City, en los museos, en los corporativos de Canary Wharf, en los campamentos futboleros de tantos equipos, en los agrios debates parlamentarios, en las pasarelas de la London Fashion Week que está por empezar, en las coloridas bodas de la comunidad hindú, en los conciertos, en las obras de teatro, en las discusiones en 304 idiomas que sólo aquí pueden darse.

    La clausura paralímpica ha ido de menos a más. Tuvo un inicio no tan intenso y poco a poco fue envolviendo a la audiencia. El fuego resultó hilo conductor en una ceremonia denominada “Festival de la Flama”. Un ciclista de fuego, un corazón de fuego en torno al cual se paraban las banderas de cada delegación, algo de fuego quemando la superficie (mensaje claro: ya se puede quemar lo que por ahora no se va a usar) y fuegos artificiales por todo el río Támesis.

    A la música de Coldplay se unieron, primero, artistas con discapacidad como el baterista Matt Fraser o la orquesta para-filarmónica. Después emergió en un barco la bella Rihanna y puso a bailar a todo el estadio. Todos de pie, tal como en las tres ceremonias anteriores (las dos de Olímpicos y la del inicio Paralímpico), tal como al aplaudir tantísimas gestas ahí escritas, hazañas que por siglos irán amarradas a la historia del deporte.

    Momento de despedirnos de esta maravillosa ciudad. Momento de hacer maletas y emprender mudanza. Momento de agradecer a quienes han tenido la gentileza de seguir esta columna en los diversos diarios de la Organización Editorial Mexicana. Ha sido un privilegio compartir aquí tantas vivencias, historias, entrevistas, relatos, anécdotas, londinenses. Seguiremos juntos y unidos por estos textos. El mundo, después de todo, no es tan grande… Y, si lo es, el deporte nos permite hacerlo chiquito, y viajarlo, y recorrerlo, y atravesarlo, para después compartir todos esos andares en estas páginas que el Diario ESTO y la OEM me dan oportunidad de llenar.

    Twitter/albertolati