Desafían agujeros negros leyes de la Física del espacio-tiempo: Elena Cáceres

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Redacción|COLIMANOTICIAS

Colima, Col.- “Supongamos que una hormiga y un gusano quieren cruzar una manzana de un extremo al otro, ¿cuál lograría cruzar más rápido?” Con esta pregunta inició la conferencia “Agujeros negros y dimensiones desconocidas” la física Elena Cáceres Sánchez, quien se desempeña como profesora-investigadora de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Colima.

“Imaginemos que el fruto es el espacio-tiempo y nosotros la hormiga y el gusano. Lo que hace la hormiga es lo que nosotros hacemos en el espacio-tiempo (rodear el objeto); pero si soy un gusano puedo hacer un hueco por en medio la manzana y cruzar hacia el otro lado, digamos que es como un atajo entre el espacio-tiempo o, mejor dicho, es lo que se conoce como un agujero de gusano”, siguió la investigadora.

Con la analogía anterior, la investigadora expuso cómo debería ser entendida la función de un aguajero de gusano; es decir, “este fenómeno en el espacio es un túnel del tiempo entre el ahora, el pasado o el futuro; es como un atajo en el espacio-tiempo que entra en un sitio y sale en otro que desconocemos”.

Pero, ¿qué tan reales son estas afirmaciones y las películas de ficción que hablan de la existencia de los agujeros gusanos? Lo cierto, dijo Elena Cáceres, “es que se trata de una solución de las ecuaciones de Albert Einstein, pero nunca hemos visto uno físicamente; no sabemos cómo podrían haberse creado”.

Afirmó que hasta el momento no existen evidencias físicas; sin embargo, los investigadores no pueden descartar su existencia.  Explicó que los agujeros negros hacen cosas muy interesantes: “Doblan la luz debido a su tamaño; por ejemplo, si uno lanza un láser, éste va en línea recta, pero si está cerca de un cuerpo masivo como un agujero negro, se dobla”. Los agujeros tienen otra característica: el radio de Schwarzschild que, cuando se transgrede, “estoy condenada a irme al agujero negro”.

El Radio de Schwarzschild (a veces se llama “RADIO gravitacional”) es el radio de una esfera de tal manera que, la masa de un objeto se comprime dentro de una esfera con pequeñas dimensiones, donde la velocidad de escape desde la superficie de la esfera sería igual a la velocidad de la luz. Un ejemplo de un objeto más pequeño que su radio de Schwarzschild es un agujero negro de la cual no puede escapar ni siquiera la luz (http://cienciaetecnologias.com/).

Pero entonces, ¿los agujeros negros existen? La investigadora dijo que a pesar de que estos no se pueden ver, se sabe de su existencia por las consecuencias que hay a su alrededor, de acuerdo a lo cual sí los hay.

“Entonces, ¿qué son los agujeros negros y cómo se estudian? Es una parte del espacio donde todo lo que entra ya no puede salir, ni siquiera la luz. Como no se puede salir, se les llama ‘negros’. Podemos estudiarlos por las consecuencias, ya que son súper masivos. Una de esas consecuencias es que las estrellas que están cerca avanzan mucho más rápido y, aunque no lo vemos, sabemos que ahí hay algo”, continuó.

Dijo que si la Tierra pudiera ser comprimida hasta el tamaño de una bola de Ping Pong, ésta formaría un agujero negro. “Ahora, cuando hablamos del espacio, hay agujeros negros del tamaño del sol porque nacen a partir de una súper nova; éstas tienen un ciclo de vida que, cuando finaliza, se colapsa y se contrae, formando un objeto misterioso de esta categoría”.

Finalmente, la académica dijo que hay agujeros negros aún más grandes que el sol, de millones y millones de veces la masa del sol, y que, piensa la comunidad científica, existe uno en el centro de cada galaxia.

Esta conferencia forma parte del ciclo de charlas “Ciencia y café en Starbucks, we love the science”, que se realiza en coordinación con la Dirección General de Divulgación Científica de la Universidad de Colima. La próxima será el miércoles 9 de diciembre, en el Starbucks de Colima y estará a cargo de Vrani Ibarra: “Transformers hasta en las frutas”.