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Hermosillo, Sonora.- Encabezados por el madero de Yunesky Sánchez, los Naranjeros de Hermosillo vencieron 3-1 a los Mayos de Navojoa, en el partido inaugural de la temporada 2013-2014 de la Liga Mexicana del Pacífico en el estadio “Sonora”.
Un partido histórico fue el que se vivió en el nuevo inmueble de la pelota invernal mexicana, en el cual se presentaron los “primeros”, al disputarse el juego inaugural de los Naranjeros de Hermosillo, en lo que es su nueva casa.
El cubano Yunesky Sánchez tuvo un debut productivo con la casaca naranja al batear par de imparables, incluyendo un cuadrangular solitario, y remolcar dos de las tres carreras de la ofensiva hermosillense.
Barry Enright (1-0) también se lució en su debut naranja, después de lanzar por espacio de cinco entradas y un tercio, para cuatro ponches, sin regalar pasaportes, permitir cinco hits y solamente una carrera.
El mexicoestadounidense Jason Urquidez retiró la novena entrada en cuatro bateadores para adjudicarse su primer salvamento de la naciente temporada. Jesús Castillo, Marco Zavala y José Cobos entraron al relevo por Naranjeros.
La derrota fue para José Oyervidez (0-1), quien permitió dos carreras y cuatro hits en cinco entradas, en las que ponchó a dos y regaló dos pasaportes. Esteban Haro, Misael Valenzuela y Hugo Gutiérrez fueron los relevistas por la tribu.
Naranjeros inauguró la pizarra en el cierre del primer rollo, Sánchez pegó un sencillo al prado derecho para enviar al plato a Jerry Owens, quien previamente se embasó con un doblete al jardín izquierdo.
La tribu del Mayo empató el marcador en segundo episodio gracias a un doblete productor del receptor Genaro Andrade, que fue suficiente para enviar al plato a Rolando Acosta, quien conectó tres imparables en el juego.
Hermosillo no perdió tiempo y en el cierre del segundo volvieron a tomar ventaja con un roletazo de José Juan Aguilar con las bases llenas, con el cual anotó desde la antesala Adán Muñoz.
La cereza del pastel la puso el cubano Sánchez en el octavo inning con un profundo batazo solitario entre el jardín izquierdo y central para dejar las cifras definitivas en el marcador.