CULTURALIA

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TIEMPO DE HURACANES

Por: Noé Guerra

Si este sábado está leyendo mi columna quiere decir que lo pronosticado ayer, cuando la estaba redactando, no pasó a mayores o bien que usted tomó las previsiones necesarias, por ambos hechos me alegro. Así pues entremos en materia. Reseñados originalmente por diversos estudiosos, sin asumir serlo, retomo a los que en opinión de ellos han sido los diez ciclones o huracanes, es indistinto, más devastadores de los últimos sesenta años, todos en el contexto temporal de lo que se reconoce como temporada de huracanes, misma que en nuestro país comienza en el verano y se extiende hasta noviembre, aunque históricamente sus periodos más agresivos han ocurrido de agosto a octubre, cuando la temperatura promedio del agua marina supera los 26°.

Cabe apuntar que si bien los estudios científicos son recientes, estos fenómenos naturales ya eran conocidos y también analizados por los naturales (indígenas mesoamericanos). De hecho, comparten nombre con el dios maya de las tormentas (el más grande de los dioses), el fuego y el viento: Hurakan, del que los registros en los petroglifos localizados a lo largo y ancho del territorio son evidentes identificados fácilmente por los trazos esculpidos o grabados en piedra con formas de líneas circulares concéntricas, muestra de la cíclica presencia de este fenómeno hidrometeorológico. Los primeros registros modernos datan de 1502, con el cuarto viaje de Colón a América, cuando un ciclón o huracán devastó Santo Domingo y hundió los barcos cargados con oro.

Debido a las condiciones geográficas y climáticas, los huracanes más destructivos usualmente son los que golpean la costa del Caribe y del Golfo de México, pero también se forman e impactan en el Pacífico. Revisemos cuáles han sido los ciclones tropicales o huracanes que han provocado el mayor daño en término de pérdidas humanas y materiales desde 1953, cuando comenzó a asignárseles nombres. De ahí para acá encontramos en septiembre de 1955, a Hilda y Janet que azotaron Cozumel, Chetumal, Veracruz y Tampico, con vientos de hasta 280 km/h., meteoros que arrojaron más de mil muertos y pérdidas por 1.5 mil millones de dólares actuales.

El 26-27 de octubre de 1959, el huracán Linda golpeó la costa del Pacífico, con vientos de más de 260 km/h. El mayor daño sucedió entre Jalisco y Colima, Minatitlán tiene los más funestos recuerdos de esa catástrofe debido a la avalancha que arrasó y sepultó al anterior pueblo; casi 2 mil muertos y muchos desaparecidos fue el saldo en toda la región. El norte del Golfo de México padeció en 1967 el azote del huracán Beulah, que cobró 38 vidas y causó daños aproximados por unos 700 millones de dólares actuales, al provocar algunas de las peores inundaciones de la historia en Tamaulipas y el sur de Texas. En 1976, el huracán Liza se convirtió en el peor desastre natural en la historia de Baja California Sur. Más de mil personas perdieron la vida y decenas de miles más quedaron sin hogar; los daños totales se estimaron en más de 400 MDD actuales.

Uno de los peores ha sido Gilberto, que en septiembre de 1988 llegó con categoría 5 y vientos de 300 km/h a las costas yucatecas, arrasó Campeche y se debilitó hasta llegar a Monterrey, donde desbordó el río para causar 202 decesos y pérdidas por 4 mil millones de dólares. En 1995, Opal y Roxanne devastaron la Península de Yucatán, Tabasco y Veracruz, y provocaron las peores inundaciones que Campeche había padecido desde 1927. El hundimiento de un buque y la suspensión de la extracción petrolera causaron pérdidas cuantiosas. En octubre de 1997, el devastador huracán Paulina dejó decenas de miles de personas sin hogar en Oaxaca y Guerrero y cientos de muertos, así como pérdidas por 11 mil millones de dólares a valor actual, en algunas regiones sus daños aún son visibles. El Kenna se convirtió en el tercero más intenso del Pacífico mexicano cuando llegó a Nayarit en octubre de 2002 con olas de 5 metros y vientos que devastaron la costa y causaron cientos de MDD en daños.

En 2005, el huracán Emily obtuvo el dudoso honor de convertirse en el huracán más fuerte de la historia en formarse antes de agosto. Poco después, Stan desbordó 3 ríos, destrozó miles de casas y provocó enormes daños en Oaxaca y Chiapas. Wilma, que golpeó Cozumel, Cancún y Playa del Carmen, es considerado el huracán más destructivo en la historia reciente de México, pues debido a las evacuaciones, al cierre del aeropuerto, el corte del suministro eléctrico y demás daños sumaron los 10 mil MDD en pérdidas. Uno de los más recientes, Dean, que en agosto de 2007 asoló la Riviera Maya y Veracruz, destruyendo cientos de edificios e instalaciones petroleras, además de provocar el cierre del puerto de Mahahual, con daños que ascendieron a los más de 200 millones de dólares actuales.