COVID: COLIMA EN ROJO (Vital, usar la ley para salvar vidas)

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TAREA PÚBLICA

Por: Carlos Orozco Galeana

México continúa viviendo momentos muy difíciles, diría que hasta terroríficos,  desde el inicio de la pandemia hasta nuestros días: contagios y muertos se acumulan, los cementerios están al tope y  familiares de fallecidos los  colocan uno encima del otro en las gavetas,  y las muertes se acumulan adentro y afuera de los hospitales    mientras hay interrogantes sobre la gestión gubernamental; hay familias, incluso,  donde han muerto desde cinco hasta diez de sus integrantes que siguieron quizás  la recomendación de “quedarse en casa” a pesar de sentirse mal o juzgaron a broma al covid,   o  no alcanzaron atención médica por la velocidad y la agresividad de la infección.  

Se cuentan por millones los mexicanos que se sienten víctimas de malas decisiones gubernamentales, de los “intercambios de caricias” entre gobernantes de un signo diferente que mantienen su iracundez en aras de obtener réditos políticos que les permitan seguir en la cúspide del poder.  ¿Les importa la salud de los ciudadanos a unos y a otros ? Pareciera que no a juzgar por el tipo de determinaciones tomadas a lo largo de la pandemia. Pero en todo caso, serían víctimas y victimarios a la vez. A muchos mexicanos no les sigue importando la salud propia y la de otros así sean cercanos.

Ante esa realidad, no son pocos los periodistas- investigadores que  han dedicado  tiempo en averiguar los pormenores de cómo el gobierno de López Obrador ha enfrentado este mal y sobre todo cómo le ha hecho el gobierno para hacerse con vacunas dada la alta competencia internacional por ellas y la desigualdad entre países ricos y pobres para adquirirlas. Se sabe que diez de los países industrializados  han acaparado el 50 por ciento de la producción de vacunas.

La situación se ha agudizado por el reciente acuerdo mexicano de adquisición de 24 millones de vacunas del gobierno ruso, que según versiones de algunos gobiernos, funcionarios y negociadores  no contaría en este momento  con un veredicto acerca de su eficacia ni autorización por la OMS,  pues incluso son pocos los países que han negociado su compra. Sin embargo, la SSA y el secretario de Hacienda han afirmado  que no se autorizaría la aplicación de vacunas que tuvieran eficacia menor al 90 por ciento. Esta es sin duda buena aclaración pues hay mexicanos reacios a veces a asumir ciertas conductas  aunque al hacerlo obtengan beneficios.

Las consecuencias de la pandemia en número de contagios y muertes evidencian una gestión al menos discutible de las autoridades,   que desde el principio minimizaron sus efectos; Al igual que en Brasil y Usa, en México  las autoridades se negaron sistemáticamente a recomendar cuidados que  habrían minado los riesgos sanitarios. No fue así, incluso jamás dejaron de llegar personas del exterior ( siguen llegando, incluso de Sudáfrica, origen de la nueva cepa de coronavirus ), durante varios meses procedente de países donde el virus causaba estragos. Entraron como si nada, extrañados de que no se les hiciera una prueba. En los aeropuertos, lugar de contagio plus,  no se les exigió prueba covid, aunque esto si se hizo en los puertos, obvio porque era y es más fácil hacerlo ya que las tripulaciones de los barcos no va más allá de 25 personas.      

Lo novedoso es que México está  colocado  como el país más riesgoso para vivir durante la pandemia de covid-19, como  lo indicó el Ranking de resiliencia covid-19 elaborado por la empresa  Bloomberg.  Este informe analiza el nivel de gravedad en 53 naciones de distintas regiones del mundo en el que  México se coloca en el último lugar de las economías analizadas.  

Entre los temas abordados por Bloomberg, destaca que “en México hay un índice de letalidad de 7.5 por ciento, esto al superar las 153 mil muertes y un millón 778 mil casos. Por cada millón de habitantes, en México hay 1.156 fallecimientos lo que  muestra un índice de posibilidad del 41.1 por ciento. Además, nuestro país obtuvo un puntaje de 30.8 sobre 100 en el índice de resiliencia, 7 puntos por debajo de Sudáfrica. Dicho informe fue publicado previamente en el mes de noviembre, México se mantuvo en el último lugar a pesar de que distintas naciones han cambiado de lugar”. 

La  noticia más preocupante hoy es en torno a la disponibilidad, aplicación y efectividad de las vacunas de acuerdo a lo programado. Hay muchas dudas. Esta es una tarea gigantesca para cualquier gobierno. Tiene que desplegarse una actividad intensa, programada, que todos los sectores sociales cooperen, que nadie se salte la fila y que toda la acción oficial gire en torno al eje de la verdad. Hay muchos mexicanos desconfiados diciendo que no se aplicarán la vacuna por temor a las posibles  consecuencias negativas que podrían tener.

El gobierno federal y los estatales tienen que generar confianza, dar argumentos sobre la necesidad de que todo mundo se aplique la vacuna para ponerse a salvo junto con los suyos. Si alguien es renuente a vacunarse, realmente se pone en riesgo a sí mismo y a sus más cercanos.  

Hagamos conciencia y prediquemos con el ejemplo acerca de la peligrosidad de las reuniones, principalmente de gente joven que está llevando la muerte a sus familias, padres, tíos  y abuelos   por su conducta irresponsable al asistir a fiestas y bares  los fines de semana. Téngase en cuenta que un 35 por ciento de contagios se dan en el interior de las familias.

Extrememos precauciones, no arriesguemos la vida por un momento de alegría, todo festejo puede esperar. Piénsese que la humanidad ha pagado una gran cuota de vidas humanas y que eso va a terminar algún día si cada quien se cuida.

En Colima, territorio de muerte,  estamos por llegar a la pérdida de 1,000 vidas humanas, pero seguro que la cifra de las muertes accesorias ha de andar por arriba de las 1,500. Increíble pero así es. El gobierno tiene que poner énfasis en el cumplimiento de la ley, usar su coercitividad para salvar vidas.