Luchar contra el mal
es luchar contra
nosotros mismos.
Octavio Paz.
Por: Manuel Olvera Sánchez.
Desafortunadamente con el correr de los años la sociedad mexicana vivimos ante un escenario en el cual los malos actos de gobierno debíamos aceptarlos en el entendido de que no pasaría de ser solo eso, lo cual fortalecía aún más ese dicho que la costumbre se convertía en ley, es decir, ya era algo normal que no se procediera en ningún caso en virtud de que se toleraban, era algo de la idiosincrasia del pueblo mexicano.
Durante el correr de los años escuchamos “defenderé el peso como un perro”(José López Portillo), “ni los veo ni los oigo”(Carlos Salinas de Gortari), “haiga sido como haiga sido”(Felipe de Jesús Calderón Hinojosa), “comes y te vas”(Vicente Fox Quesada), ” no soy la señora de la casa”(Enrique Peña Nieto), y así sucesivamente frases de presidentes de la Republica en funciones en las cuales en el fondo evidenciaban que vivían otro escenario diferente al sentir de la sociedad, frases que derivado del momento álgido los presidentes en funciones emitían sin considerar la trascendencia de sus palabras, y frases en las cuales se consideraban que contaban con plena inmunidad a los alcances de la ley.
Con relación a la consulta popular mediante la cual el presidente de la Republica Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha convocado al pueblo de México para que se manifieste en el sentido de que sean estos quienes decidan la posibilidad de enjuiciar a los expresidentes Carlos Salinas de Gortari, Felipe Calderón Hinojosa, Enrique Peña Nieto se deben precisar dos cosas: el uso político que se le pude dar a esta iniciativa, o que en realidad se pretenda sentar un precedente en la historia de México en el sentido de sancionar los posibles actos de corrupción y otros delitos que hayan cometido los expresidentes.
En lo referente a que en realidad el presidente de la Republica pretenda pasar a la historia como un gobernante congruente en su discurso y en su proceder de hacer valer el estado de derecho, debemos tener en cuenta que quienes lo acusan de demagogo y que debe sancionar a los expresidentes con las pruebas necesarias bajo la presunción de que hubiesen cometido algunos delitos, los críticos también omiten mencionar que existen lineamientos legales con la finalidad de que dicho proceso no violente el estado derecho; lo único que evidencian quienes actúan de esa manera obedece a que crecieron bajo un escenario en el cual la historia no registra una consulta popular perfilada en el sentido de sancionar a un expresidente.
México está viviendo una democracia real, y en todas las democracias el alma es la participación de la sociedad, una participación que se encuentra dentro de nuestra Carta Magna, lo anterior no debe ser extraño a los diferentes actores políticos que reclaman el proceder del presidente de la República.
Vale recordar que la participación de la ciudadanía en temas de relevancia nacional es un derecho político plasmado en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y por lo tanto es un derecho humano, sin embargo, han existido otras consultas en las cuales la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha declarado como inconstitucionales, situación que pudiera repetirse en la pretendida consulta.
Lo anterior y con conocimiento de causa por parte del poder ejecutivo pudiera presumirse que la pretendida consulta popular en el fondo se le pretenda usar como una manipulación política con la finalidad de llegar al próximo proceso electoral operando a sus meros intereses la voluntad popular y de esa manera concretar planes y proyectos políticos imponiendo la agenda política a su conveniencia.
Sano sería que las consultas populares no las enarbolara partido político alguno, debería ser la sociedad bajo una visión imparcial e independiente quien decidiera que temas de trascendencia nacional fueran sometidos a consulta, sin embargo, resulta complicado en virtud de que no sería fácil lograr consensos y máxime en temas como la reducción de posiciones plurinominales ya que los intereses políticos de los partidos serían dañados.
Indudablemente que una acción como la que está llevando a cabo AMLO es claro que sea poco creíble por los antecedentes que hemos vivido la sociedad mexicana en la cual los expresidentes gozaban de total impunidad, situación que se convirtió en una costumbre el daño patrimonial que ocasionaban al pueblo de México sin que estos fueran llamados a cumplir por sus omisiones
Habíamos vivido bajo un escenario en el cual violentar la ley era ya una idiosincrasia de la sociedad mexicana situación que hoy en día, al parecer ha quedado sepultada.
¡MÉXICO, HAZ MEMORIA!
La visión que tenías sobre mí, no la defraudare, eso me fortalece aún más, serás ese impulso para lograrlo.
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